Los Reyes reivindican la cultura como antídoto contra el fanatismo
Don Felipe y doña Letizia presiden la entrega de las Medallas de Bellas Artes, que reconocen a artistas como los andaluces Manolo Sanlúcar, El Cordobés, María Pagés y José Luis Gómez.
El Museo de Bellas Artes de Sevilla atesora entre sus mayores atractivos un conjunto de obras firmadas por Murillo en sus años de plenitud, como las Santas Justa y Rufina, patronas de la ciudad y prototipo de la belleza popular andaluza. A los pies de este lienzo, en la sala V, los Reyes de España, flanqueados por la presidenta andaluza Susana Díaz y el ministro de Educación, Cultura y Deporte Íñigo Méndez de Vigo, entregaron ayer las Medallas al Mérito en las Bellas Artes en su primer acto oficial en la pinacoteca. Desde una hora antes una multitud de curiosos se arracimó en los aledaños del antiguo convento de la Merced para aplaudir y captar con sus teléfonos móviles a los protagonistas de esta cita cultural que devolvió el museo a los días felices previos a la crisis económica, cuando las exposiciones dedicadas al Joven Murillo y la Casa de Alba competían en récord de visitas y las inversiones públicas -que nunca llegaron- parecían garantizar su necesaria ampliación. Estos otros tiempos, difíciles, estuvieron presentes en el sentir del Rey en un acto donde pidió a los galardonados "que sigan ayudando a consolidar la senda de progreso, de optimismo y de confianza que hace de España un país sólido, con un presente mucho más fuerte que sus problemas y un inmenso porvenir. Un país que es, desde luego, muchísimas cosas, pero lo que nadie puede negar es que España es un país de arte y con arte", afirmó.
Antes, el Monarca había reivindicado la cultura como un antídoto contra el fanatismo, línea en la que incidió también la presidenta de la Junta. "La cultura nos ayuda a luchar contra la intolerancia y el fanatismo reduccionistas que amenazan y agreden con violencia los sustratos de cualquier sociedad civilizada. Nuestra cultura, de fuerte vocación y proyección universal, nos convierte en un país con una mirada global, siempre en disposición de comprender la diversidad y las diferencias desde el compromiso firme con los principios y valores que, en cualquier lugar del mundo, definen en última instancia al género humano", dijo.
Felipe VI inició su alocución asegurando que la entrega de las Medallas al Mérito en las Bellas Artes "es un acto al que la Reina y yo asistimos muy conscientes siempre de su significación", y que tanto para él como para Doña Letizia los logros de los galardonados "son una muestra palpable y poderosa de lo que, como país, podemos llegar a alcanzar". El primero de esos artistas, instituciones y mecenas premiados en 2014 en subir al estrado a recibir su medalla fue el conservador de cine Alfonso del Amo, al que siguieron el torero Manuel Benítez Pérez El Cordobés -aplaudido ostensiblemente- y la viuda del recordado experto en jazz y crítico musical Juan Claudio Cifuentes de Benito Cifu. La artista plástica Victoria Civera, la comisaria y directora de museos María Corral, la Fundación Española de Amigos de los Museos (FEAM), el mecenas Álvaro Fernández Villaverde y el actual director de la National Gallery de Londres Gabriele Finaldi tomaron el relevo. Los sucedió el actor Manuel Galiana y la cantante Olvido Gara Alaska, otra de las personalidades más aplaudidas en el acto, al que llegó del brazo del alcalde de Sevilla, Juan Espadas, que aprovechó su discurso de bienvenida para pedir el compromiso de todas las administraciones para que la celebración del Año Murillo en 2017 sea un acontecimiento que trascienda los muros de la pinacoteca y convierta a toda la ciudad natal del pintor en un museo.
Tras la entrega de la Medalla al investigador del patrimonio Gael de Guichen, la veteranía del bailaor Eduardo Serrano Iglesias El Güito y del guitarrista Manolo Sanlúcar reconoció la grandeza del arte flamenco, al igual que ocurrió al recoger su medalla la bailaora sevillana María Pagés en un turno que completaron el director del fenómeno cinematográfico Ocho apellidos vascos (ahora, también catalanes) Emilio Martínez-Lázaro y el mecenas Diego Masson. El estudio de arquitectos Paredes Pedrosa, la actriz Blanca Portillo -que no pudo asistir por motivos de agenda-, la diseñadora de joyas Helena Rohner, el escritor Rafael Sánchez Ferlosio -ausente también y que delegó en el filósofo Manuel Barrios-, el traductor y editor Manuel Serrat Crespo -premiado a título póstumo-, el pintor José María Sicilia, la Fundación Teatro de la Abadía representada en su director, el onubense José Luis Gómez, el músico Bruno Turner y el artista plástico Isidoro Valcárcel, cuyo premio recogió su hija, fueron igualmente distinguidos con esta medalla.
En nombre de todos estos representantes de la música, la cultura, el arte y el pensamiento, que, según la presidenta de la Junta de Andalucía, "alientan lo mejor de nuestra civilización y amplían las fronteras de un mundo tan necesitado de tolerancia, respeto y entendimiento", el Marqués de Santa Cruz agradeció un reconocimiento que les llega "en un momento marcado por la guerra, el terrorismo e incluso la destrucción de grandes monumentos de la historia como Palmira, en Siria".
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