Reincidentes edita 'América. Canciones de ida y vuelta'
La banda reinterpreta temas de cantautores emblemáticos
América. Canciones de ida y vuelta, el decimoquinto disco de la veterana banda sevillana Reincidentes, ha suscitado "mayor curiosidad" en los medios de comunicación que muchos otros de sus trabajos, admite Fernando Madina, cantante y bajista de la formación. Sin embargo, más allá de lo anecdótico (la aproximación desde la óptica punk-rock a algunos de los cantautores americanos más emblemáticos desde los años 70), el disco es coherente con la trayectoria de un grupo que siempre ha arropado su música con explícitas y militantes declaraciones políticas.
"Por supuesto, no íbamos a incluir textos que no pudiéramos firmar y defender nosotros", dice Madina. El álbum recoge 16 canciones de, entre otros, cantautores como Pablo Milanés, Silvio Rodríguez e Ignacio Cabañas, y de bandas significadas y longevas del rock brasileño (Titâs), argentino (Ataque 77), chileno (Los Prisioneros) o uruguayo (La Chancha). "Hemos tratado de llevarlo todo a nuestro estilo, pero dándole la vuelta: a las canciones más rock le hemos dado un toque más acústico y a las canciones más sencillas, un sonido más bestia", explica.
Playa Girón, el tema seleccionado del cubano Silvio Rodríguez, ha representado "el mayor reto". "Es una canción con la que nos hemos criado, que hemos cantado muchas veces de pequeños, y que se presta mucho a las comparaciones. Aunque también hemos sentido una especial responsabilidad con las canciones de Ataque 77 o La Chancha, porque son amigos".
Sorprende saber que en 21 años de carrera tan sólo ha habido un cambio en la formación de Reincidentes (en 1993 salió el saxofonista Selu, más tarde colaborador de Extremoduro, y le reemplazó el guitarrista Finito de Badajoz). "No hay receta. Todos somos amigos desde el instituto y siempre nos ha gustado tocar. No pensamos en otra cosa. Trabajamos a gusto y vivimos de lo que nos gusta. Es como cumplir un sueño permanentemente. Pero es cierto que a un grupo de rock se le ponen muchas pruebas en el camino: a veces ves más a tus compañeros que a tu novia o a tus hijos. Y entonces todos los hoteles se vuelven muy pequeños".
Referentes de la escena punk-rock nacional (el limítrofe con el llamado rock urbano, es decir el que desciende de Leño y alcanzó gran popularidad a finales de los 90 con Extremoduro), los sevillanos nunca han sido vendedores estelares (aunque tienen un disco de oro por Algazara, grabado en concierto), pero constatan el "desajuste estridente" entre los aficionados que les siguen y su repercusión mediática.
"Eso pasa no sólo en nuestro caso. Los medios de comunicación apenas pinchan rock, y menos el que se hace aquí. Evidentemente los culpables son la industria, que se incomoda con las novedades, y los medios, a los que les pasa lo mismo. No van a ser los grupos los culpables... Incorporar mensajes políticos tampoco ayuda. No es que nos dé igual, porque es injusto, pero nosotros vamos a lo nuestro: grabar discos como parte del ciclo que te acaba llevando a los directos, que es lo que más nos gusta", afirma Madina. El músico, por otro lado, contribuye desde la semana pasada a la difusión del rock en castellano, tanto español como americano, con un programa de radio que se emite en Radiópolis todos los miércoles a partir de las 23:00.
"La industria -continúa- confía mucho en los grupos, como el nuestro, que llevan mucho tiempo, pero se lo ponen muy difícil a los que empiezan. En los festivales, por ejemplo, estamos siempre los mismos, y no nos viene mal, y además seguimos trabajamos muy duro para estar ahí, pero hay muchas puertas cerradas para los grupos jóvenes". En este contexto, Madina no tiene "nada en contra de internet ni de la piratería". Internet, afirma, "sigue siendo el medio más democrático, y cualquiera puede colgar sus propuestas; es positivo que se rompan las jerarquías económicas que determinaban antes cómo llegaba un producto desde el creador al público".
También te puede interesar
Lo último