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Premios Goya: Confidencias en la medianoche

Premios Goya

Sorogoyen considera "un misterio" la "conexión" que ha logrado 'As bestas'.

Ruiz de Azúa recomienda a los que empiezan buscar "proyectos personales".

Las actrices de ‘Belle Époque’ entregaron el Goya a la mejor película a ‘As bestas’. / Juan Carlos Muñoz

Hace diez años, el tándem compuesto por Rodrigo Sorogoyen y su coguionista Isabel Peña llamó la atención con Stockholm, un debut en el largometraje al que seguirían otras apuestas –las películas Que Dios nos perdone, Madre o El reino y la serie Antiditurbios– que consolidaron a los creadores como valores seguros de la cinematografía española. Los nueve Premios Goya concedidos este sábado a As bestas, su último trabajo, parecen la culminación de ese camino.

"Es curioso, porque no es una reflexión en la que caerías por ti misma si no te preguntan", analiza Peña cuando se le señala que se cumple una década de ese primer título que les puso en el mapa. "No es algo en lo que piensas cuando te levantas de la cama cada mañana. Pero si lo vemos en perspectiva, hemos tenido una suerte tremenda de encontrarnos los unos a otros, hemos sabido aprovechar esa fortuna y hemos trabajado mucho y muy juntos. Ése sería el resumen".

El equipo de As bestas, la triunfadora de la noche, mantenía un encuentro con la prensa tras conocer su victoria en los Goya. "¡Es la una de la mañana, muy tarde para trabajar!", exclamaba un exultante Denis Ménochet, el tercer intérprete extranjero en conseguir un cabezón al mejor actor protagonista tras Benicio del Toro y Ricardo Darín, y el primero por un personaje que no se expresa en castellano. "Creí que lo ganaría Nacho [Sánchez, candidato por su arriesgado papel en Mantícora]", reconoció, humilde, el galo, que minutos antes, en el escenario, había definido As bestas como un "homenaje a la fuerza del amor de las mujeres frente a la locura de los hombres" y que más tarde, ante los periodistas, expuso que en el arte no pesaban las fronteras. "Yo lo que hago es ayudar a contar historias, y ante una historia no importa el idioma", dijo.

"Yo lo que hago con mi trabajo es ayudar a contar historias, no importa el idioma", dice Denis Ménochet

La charla sirvió para reivindicar que las películas lleguen a las salas en versión original. "A lo mejor, si As bestas se hubiese estrenado doblada, no hay Goya para Denis", imaginó Sorogoyen. "Se pierde algo de esencia de una película si la doblas. Agradecemos a A Contracorriente Films, la distribuidora, el que se atreviera con esta propuesta", dijo el director, que se pronunció sobre el palmarés y opinó que "el hecho de que Alcarràs se haya ido de vacío es una prueba más de que los premios son injustos. Creí que la mejor dirección sería para Carla [Simón]. Una pena, porque es un peliculón y ha ganado el Oso de Oro, pero hoy ha tocado que ganemos nosotros. No hay que darle más vueltas", zanjó el madrileño.

Sorogoyen no sabe explicarse la razón del éxito de su filme. "Hay películas que conectan, y no sabes por qué. Incluso si esa misma película la estrenas en otra fecha, otro año, no funciona igual. Es un misterio, pero todo el camino que ha hecho As bestas desde Cannes hasta aquí ha ido muy bien".

La ceremonia del sábado fue también la noche de Cinco lobitos, el drama de Alauda Ruiz de Azúa sobre la maternidad y los cuidados, una cinta que proseguía también una buena racha desde su paso por los festivales de Berlín y Málaga. Sus tres Premios Goya, a la dirección novel, la actriz protagonista (Laia Costa) y actriz de reparto (Susi Sánchez) confirmaron que las vivencias que plasma Ruiz de Azúa son universales. "No me gusta dar consejos, puedo contar experiencias que yo he tenido y que pueden servirle a alguien", expuso la creadora vasca tras la gala. "Hice la primera película tarde, pero presentía que debía ser un proyecto personal, y esperé a que me llegara la historia por la que debía pelear. Yo recomendaría a quienes empiezan que procuren levantar sus películas desde ahí, que busquen quiénes quieren ser como cineastas", defendió.

Laia Costa, con su Goya. / Juan Carlos Vázquez

El Goya a Laia Costa supone el primer respaldo importante de su país a una actriz que había causado sensación en Alemania y encadenaba películas fuera de España. "No suelo planificar ni pensar en mi carrera", confesó la barcelonesa. "Le doy más importancia a los momentos, al componente simbólico: a la intuición que tuve cuando Alauda me habló de este proyecto, a que hoy se cumpla un año desde que presentamos Cinco lobitos en la Berlinale. Me hace especial ilusión este Goya y que sea de la mano de Alauda, que es una directora novel, con una ópera prima. Me acuerdo de algo que ella dijo hace un año, en la Berlinale: Hola, esta es mi primera película, sois mi primer público y es mi primer festival internacional. Es bonito haber vivido eso con ella. Sé que pasarán décadas, que seré mayor y que Cinco lobitos va a seguir teniendo un hueco en mi memoria", auguró Costa.

La intérprete aplaudió que en los Goya hubiese un "full de nominadas, primeras y segundas películas de directoras que han tenido un éxito increíble, pero vi hace poco que la Academia está formada por 1.400 hombres y unas 600 mujeres. Ahí ya se abre una brecha. Hay un cambio esperanzador, pero también mucho que trabajar".

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