Pastora Galván homenajea en Mairena al público de los festivales de verano

Entre el peso de la herencia, inevitable en una saga asociada durante décadas al baile de raíz, y el impulso de la vanguardia que representa como nadie en el panorama jondo su hermano Israel, la sevillana Pastora Galván es dueña de un territorio propio cuyos límites no ha dejado de ensanchar desde que presentara en la Bienal de 2006 su primer espectáculo en solitario, La Francesa. El año pasado participó en el estreno del programa municipal Septiembre Flamenco con Moratana, donde contó con la dirección escénica del anterior responsable del Ballet Flamenco de Andalucía, Rubén Olmo. Y hoy regresa a su tierra para defender el primer cartel de baile de los nuevos Encuentros Flamencos de Mairena del Aljarafe. La cita, a las 21:30 en la Hacienda Porzuna, brinda una oportunidad inmejorable para explorar el momento físico y emocional de la artista.

En esta nueva muestra flamenca, que se inauguró el pasado viernes con una velada de guitarra encabezada por Dani de Morón y Diego del Morao, la hija de José Galván y Eugenia de los Reyes ofrecerá "baile flamenco puro, sin argumentos. Una sucesión de bailes enlazados que espero que guste mucho al público porque mostrará, sin artificios, cuál es mi forma de interpretar", explica.

Organizados por el Ayuntamiento de Mairena del Aljarafe con la colaboración de la Consejería andaluza de Cultura, estos Encuentros Flamencos interesan especialmente a Pastora Galván porque "han logrado reunir un cartel magnífico donde se pone en valor lo que gente joven pero con trayectorias reconocidas como Rocío Márquez y Antonio Reyes -que actuarán en el antiguo cortijo el 3 de junio- está aportando al género. Me hace mucha ilusión compartir este ciclo con ellos, con Dorantes, con Dani y Diego... Así que estoy muy orgullosa de que, a pesar de mi juventud, me hayan llamado a mí también para ser quien represente el momento que vive el baile flamenco actual", continúa.

Alabada por su estilo personal y genuino, Pastora Galván arrancará su actuación por pregones y a continuación encadenará seguiriyas, marianas, sevillanas y su racial soleá por bulerías. Bajo el cielo de Mairena, en el parque periurbano Hacienda Porzuna, estará acompañada por una serie de artistas "con los que quiero recrear el ambiente casero y popular de los festivales flamencos de antaño al aire libre". Jeromo Segura y Jesús Corbacho al cante, la guitarra de El Perla y las palmas de Petete enriquecerán este espectáculo, Pastora Baila, que coincide con un momento de reivindicación de los formatos más íntimos y sin amplificación, como prueba la gira Tablao que está llevando a cabo el cantaor Arcángel. "Yo siempre me he movido en el flamenco buscando el contacto cercano del público y los festivales al aire libre te permiten mostrar la transparencia, lo real. Sabemos que en el teatro va todo muy bonito y recubierto, se disfraza más, pero yo aquí busco la esencia. Como persona activa que estoy en el baile flamenco me gusta trabajar en los dos ambientes, en un teatro se baila estupendamente, mucho mejor que en una losa, pero también es maravilloso reivindicar otra vez a ese público flamenco que ha estado ahí dándolo todo tantas horas, cuando en los festivales se amanecía. En Mairena del Aljarafe, por tanto, ofreceremos el baile y el cante lo más cercano posible: el brillante bruto y no el pulido".

Tras esta experiencia, Pastora Galván participará el próximo sábado 4 de junio en el homenaje a Ray Heredia en el CAAC y seguirá coreografiando su estreno para la Bienal, Mírame, que llevará al Lope de Vega el 28 de septiembre. "Será un montaje que mostrará lo que he hecho, lo que hago y lo que haré en el futuro. Incluirá guiños a los distintas películas que componen mi carrera, desde La Francesa a Moratana. Será interesante y divertido. Lo estoy dirigiendo yo pero mi hermano Israel me echa un cable y además me ilusiona muchísimo el llevar de regidora a Belén Candil, cuyo regreso a la escena me llena de alegría".