Pasolini en pequeñas dosis
DE LIBROS
He aquí un alfabeto que se adentra en la obra de Pasolini desde una perspectiva en movimiento
La ficha
'Alfabeto Pasolini'. Marco Atnonio Bazzocchi. Traducción de Juan-Ramón Capella y Víctor M. Vassallo. Trotta. 204 páginas. 20 euros.
Si en la crítica vecina se habla de disidencia (llevada a la arquitectura), tal vez sea Pasolini uno de los príncipes disidentes en la cultura y la sociedad del siglo XX. El pasado fue el Año Pasolini por su centenario. Publicado entonces en Italia, nos llega ahora en español este Alfabeto Pasolini de Marco Antonio Bazzocchi, estudioso de la obra pasoliniana y profesor de literatura en la Universidad de Bolonia.
A través de entradas de corte ensayístico, ordenadas alfabéticamente, Bazzocchi traza su propio busto de Pasolini. Lo hace observándolo siempre desde la perspectiva en movimiento, lo que va de una obra a la otra, de un género a otro, de una forma expresiva a otra. Lo que se ofrece, pues, es el trazo vario y no cerrado de Pasolini, aunque tenga forma de alfabeto con inicio y fin. "Encerrarle en él sería como transformar un roble en un bonsái", dice el autor. Por eso invita al lector a perderse en lo que el libro tiene de corriente, donde un tema o un concepto o una idea lleva a otras variantes, conformando así como una suerte de pliego sanguíneo que se irriga a sí mismo. Desde esta perspectiva, Bazzocchi apela "al entrelazamiento de las relaciones, la posibilidad de pasar de una perspectiva elevada a una baja, de entrar y salir de los textos, de alinear poemas y films, palabra escrita e imagen".
Todo los Pier Paolos están aquí. El polemista. El etnólogo. El cineasta. El crítico social. El columnista. El escritor de novelas. El lingüista. Sólo echamos de menos al Pasolini futbolero (amó el fútbol y fue un incondicional del Bolonia). El Alfabeto recrea ordenada pero transversalmente el universo pasoliniano. Al inicio, por ejemplo, la entrada dedicada a la película Accatone se descifra por entre sus influjos (la sordidez arrabalera y prostibularia, el contraste con La pasión según San Mateo de Bach, los cegadores blancos del filme que llevan a la pintura de Masaccio y al cine de Dreyer, la sugerencia a los versos del Canto V del Purgatorio del Dante). Dicho esto, el ‘Alfabeto’ es más que una crítica puramente cultural y comparada. Es más una hermenéutica de los significados y los significantes en Pasolini. Conceptos como "Muerte" o "Sagrado" crean su propio andamiaje y llevan a otros conceptos. Lo "Sagrado", por ejemplo, conduce al "Manierismo" y da entrada también a "Caravaggio". Lo dicho, un roble es un roble y no un bonsái.
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