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El solemne homenaje público a la memoria de Michael Jackson exaltó la humanidad y el talento del 'rey del pop' y tuvo su momento más emotivo cuando su hija Paris Michael Katherine, de 11 años, rompió a llorar al recordar a su padre.
La gala, de más de dos horas, que fue seguida por televisión por millones de personas en todo el planeta, culminó cuando la familia tomó el escenario del Staples Center para cantar en compañía de otros artistas los clásicos de Jackson We Are The World y Heal The World antes de dirigirse a los más de 17.000 asistentes.
"Desde que he nacido mi papá ha sido el mejor padre que se puede imaginar y sólo quiero decir que te quiero mucho", afirmó la hija de Jackson, de 11 años, muy emocionada y arropada por sus tíos.
El inesperado testimonio de Paris Jackson eclipsó el resto de declaraciones, al ser el primer pronunciamiento público de uno de los protegidos descendientes del cantante para quien también tuvieron palabras de afecto Jermaine y Marlon, hermanos del artista. "Una parte de ti vivirá siempre en todos nosotros. Puede que ahora Michael te dejen tranquilo", señaló Marlon.
El evento dirigido por el coreógrafo Kenny Ortega, que participó en la película High School Musical, quien trabajaba con Jackson para preparar sus conciertos estivales en Londres, se celebró con la presencia del cuerpo del difunto cantante en un ataúd dorado que fue trasladado para la ocasión desde el cercano cementerio Forest Lawn de Hollywood.
Ortega confesó que escogieron como improvisado templo para el solemne homenaje el Staples Center, pabellón deportivo donde juega el equipo de baloncesto de Los Angeles Lakers, ya que fue donde Jackson realizó su último ensayo días antes de su fallecimiento el 25 de junio.
Mariah Carey y Trey Lorenz fueron los primeros en tomar el escenario para versionar uno de los temas que Michael cantó a lo largo de su prolija carrera, I'll Be There que popularizaron los Jackson Five, a los que pertenece también Who's Loving You, que cantó el joven talento británico Shaheen Jafargholi.
Jennifer Hudson se encargó de rescatar Will You Be There del álbum Dangerous que publicó el artista en 1991, mientras que John Mayer plasmó con su guitarra los acordes de Human Nature y Usher puso su voz a Gone Too Soon.
Uno de los momentos más significativos fue la actuación de Jermaine Jackson, hermano mayor de Michael, quien se enfundó un guante plateado a imagen y semejanza del que tantas veces usó 'Jacko'.
Ex miembro de los Jackson Five, Jermaine se atrevió con la canción preferida del autor de Thriller, Smile de Charles Chaplin, según explicó una acongojada Brooke Shields, quien rememoró la inocencia de la estrella fallecida a quien una vez le pidió que le enseñara sin éxito el mítico paso de baile moonwalk.
Un vídeo repasó durante varios minutos el legado audiovisual y musical del cantante en el que se recordaron sus grandes éxitos discográficos para dar paso a Stevie Wonder. "Éste es un momento que desearía no haber vivido para ver", dijo apenado el veterano cantante que tocó con su piano el tema Never Dreamed You'd Leave in Summer, que él mismo compuso.
Emotiva ceremonia
Un coro gospel dio la bienvenida al ataúd que porta los restos de Jackson y poco después Lionel Richie ponía su grano de arena en el homenaje con Jesus is Love.
Los reverendos Lucious Smith y Al Sharpton dieron sus condolencias a la familia y éste último consiguió poner en pie a los asistentes cuando afirmó que Jackson había sido capaz de unir a la gente de diferentes orígenes y razas a través de su música.
Otra gran ovación fue a parar al fundador de la Mowtown, Berry Gordon, quien calificó a Jackson de "el mayor artista que jamás ha vivido". En la misma línea habló la actriz Queen Latifah.
Los ídolos de los Lakers Kobe Bryant y Erwin Magic Johnson, Martin Luther King III, el productor Smokey Robinson, quien leyó mensajes de Diana Ross y Nelson Mandela, tomaron la palabra a lo largo del evento en el que se anunció que se pedirá al Congreso de EEUU el reconocimiento de Jackson como "leyenda de la música e icono humanitario".
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