Solas | Crítica de danza
Carne fresca para la red
Estreno en Netflix
Triunfó en Venecia, se coló en los Globos de Oro, es candidata al Goya y apunta a los Oscar. Todo esto ha logrado Alfonso Cuarón con Roma, una de las joyas de 2018, que a partir de este viernes se podrá ver en Netflix después de que sólo unos contados cines españoles decidieran estrenarla la semana pasada.
Cuarón, que se ha adaptado a los nuevos modos de exhibición, asegura que no quería hacer una película que idealizara el pasado. "No me interesaba hacer una película desde la nostalgia, con esa romantización del pasado, sino ver éste desde el punto de vista del presente", argumenta en una entrevista con Efe. "No me interesaba hacer una película subjetiva, sino, más bien, observar y honrar no sólo esas situaciones y personajes sino también el espacio y el tiempo en el que ocurrieron", añadió.
La Ciudad de México en los años 60, rodada en un exquisito blanco y negro, es el escenario que Cuarón ha recreado en Roma, una película en la que el realizador ha volcado su corazón y alma. Canto de amor al matriarcado en el que se crió el cineasta, el filme narra la vida de Cleo (Yalitza Aparicio), una mujer indígena que trabaja como empleada doméstica en una familia blanca y burguesa.
Sobre la repercusión que está teniendo su filme, Cuarón cree "muy sorprendente todo lo que está ocurriendo. Pensé que muy poca gente iba a ver la película, que quizá algunas personas de mi generación en México iban a conectar. Y la respuesta emocional en todos los lados del mundo ha sido impresionante", agregó.
Tras pasear por el espacio en Gravity (2013)Gravity, y antes imaginar una distopía en Hijos de los hombres (2006) o adentrarse en la magia de Harry Potter y el prisionero de Azkaban (2004), Cuarón optó por regresar a casa y buscar refugio en los recuerdos de su infancia. Y es que la historia de Cleo en la ficción es la de Libo en la realidad, la niñera que dejó huella en el realizador y a la que aquí homenajea junto a Yalitza Aparicio, actriz debutante y que en Roma ofrece una memorable interpretación. "En Yalitza vi una mirada de absoluta inteligencia y sabiduría muy bellas, pero a la vez una curiosidad casi de niña", dijo.
Con el racismo y la discriminación de vuelta en las portadas de la prensa, Cuarón se mostró "triste" por el hecho de que las situaciones narradas en Roma no se diferencien en gran medida de la actualidad: "A pesar de que sea una película de México en ese contexto y en esa familia, creo que esta problemática es universal", indicó.
Cuarón abordó también la polémica del lanzamiento de la cinta, que llegó a algunos cines semanas antes de su estreno en Netflix, pero que provocó su "decepción" al ver la escasa disposición en su país de proyectarla. "En Netflix aceptaron cambiar su modelo de funcionamiento, permitieron que algunos cines pudieran estrenarla antes. Sin embargo, los exhibidores en mi país se negaron a flexibilizar sus modelos. Pero para nada. No es que trataron de hacer una negociación de más o menos", lamentó. "Se habla mucho de las ventanas del cine, que pertenece a las salas, y yo estoy de acuerdo, que la experiencia última es la sala. Pero hay algo igual de importante: la diversidad. Y fuera del circuito independiente, que es muy limitado, sólo se ofrece un producto: el comercial", concluyó.
También te puede interesar
Solas | Crítica de danza
Carne fresca para la red
Orquesta Bética de Cámara. Concierto 1 | Crítica
El regreso de Turina a Sevilla
Lo último