El director del Museo del Baile Flamenco asegura que éste no ha recibido ninguna subvención directa
Kurt Grötsch afirma desde China, donde la bailaora Cristina Hoyos actúa estos días, sentirse "perplejo" por el tratamiento que se está dando a la noticia de la venta del espacio expositivo
Tras el anuncio aparecido el pasado miércoles en el portal inmobiliario idealista.com, por el que Cristina Hoyos pone a la venta el Museo del Baile Flamenco (MBF) abierto en 2006, y después de las afirmaciones hechas en diferentes medios y partidos políticos, el director del mismo, Kurt Grötsch, ha remitido desde Pekín, donde Hoyos actúa estos días junto a la compañía Metros Dansa en una nueva versión de Carmen, un comunicado con la pretensión de "aclarar" algunos aspectos relacionados con la noticia, y en el que se afirma, entre otras cuestuiones, que el "Museo representó una inversión de 5.5 millones de euros, financiada y avalada por Cristina Hoyos, y que ninguna Consejería del Gobierno andaluz aportó directamente subvenciones o dineros al proyecto".
Según Grötsch, "para su creación, inversión y puesta en marcha, la Unión Europea apoyó este proyecto con una subvención superior a 800.000 euros, que fueron canalizados por las Consejerías de Innovación, Ciencia y Empresa y la de Turismo, Comercio y Deporte", y el resto, afirma el director, "ha sido completamente financiado por Cristina Hoyos". "Fueron los fondos Europeos los que aportaron la ayuda al proyecto. Aparte, el Ayuntamiento de Sevilla aportó unos 100.000 euros por el mismo concepto", añade.
Asimismo, apunta que las demás subvenciones del Ministerio de Cultura, de la Dirección General de los Museos y del mismo Ayuntamiento "estaban vinculadas a proyectos culturales, educativos, de investigación, etcétera, realizados por el MBF, y no iban destinadas ni a las inversiones ni a los equipamientos del propio Museo, ni a la financiación de la gestión y operación diaria del mismo". Es más, aclara, "el MBF renunció en su momento a la recepción de una subvención ya que el proyecto no se pudo realizar en los plazos de tiempos preestablecidos".
Además, y siempre según el comunicado de Grötsch, Cristina Hoyos aportó, aparte de la primera inversión, "más de 600.000 euros de su bolsillo en los primeros tres años de actividad del Museo para equilibrar las pérdidas de éste y estabilizar de esta forma su funcionamiento". Esto es, continua diciendo, "a Cristina Hoyos, y hasta el momento, el proyecto -considerando los costes financieros, la refinanciación de las pérdidas, etcétera- le ha costado 5.3 millones de euros".
Según Grötsch, al inicio del proyecto, el por aquel entonces delegado de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Carlos Marset, prometió apoyar la inversión y puesta en marcha del proyecto con 100.000 euros anuales, durante tres años, y "de esta promesa, el Ayuntamiento materializó una aportación de 100.000 euros por el mismo concepto, al tiempo que -y cosa que nos alegra- el Teatro de Salvador Távora y el Teatro de la Imperdible recibieron unos 300.000 euros, y este último, además, el usufructo de un edificio". "En términos absolutos, el MBF es el que ha recibido una menor cantidad dentro de los grandes proyectos privados culturales de Sevilla", agrega.
Pero, apunta, "el grado de interés del Ayuntamiento de Sevilla no solo se refleja en el tratamiento económico, sino también en la consideración personal de la delegada de Cultura (Maribel Montaño) y de la directora del ICAS (Paz Sánchez) hacia el MBF", y, añade, "siendo el Museo del Baile Flamenco la inversión privada más grande que jamás se ha hecho en cultura en Sevilla, durante los tres años de funcionamiento del mismo, las responsables de la Cultura de la ciudad nunca visitaron el Museo, lo desconocen".
"Ya en el 2007, y cuando era previsible la crisis actual del proyecto, los responsables del Museo anunciaron estos problemas, y posteriormente se reunieron con Maribel Montaño en dos ocasiones en 2008 y nuevamente en la primavera del 2009 para avisar sobre la situación del Museo y pedir apoyos", dice, y añade que "en todas estas ocasiones los responsables del ICAS remitieron a los responsables del Museo a los programas de subvenciones del Ayuntamiento, que vinculan las subvenciones a programas (culturales) concretos, pero no solventan ni apoyan a proyectos culturales ya creados y con necesidades (financieras) diferentes".
Grötsch señala además en este comunicado que desde la primavera del 2009, "el Museo viene planteando la situación incluso también a los responsables de Turismo y Cultura del Gobierno Andaluz" y que en septiembre de 2009 mantuvieron una reunión con la consejera de Cultura, Rosa Torres, y el consejero de Turismo, Luciano Alonso, pero "las negociaciones y búsqueda de salidas en la Junta tampoco tuvieron resultados", por tanto, a finales de octubre del 2009 quedó ya patente, que tanto el Gobierno de Andalucía como el Ayuntamiento no podían acudir en ayuda del Museo".
Ante esta situación, y teniendo en cuenta que "Cristina Hoyos ya no tenía más medios propios para seguir financiando el proyecto, y estaba arruinada", fue la propia bailaora la que "para evitar que el banco ejecutase, por el impago de las cuotas mensuales de los préstamos la propiedad y su propia vivienda, la que buscó no solo ayuda administrativa sino también la búsqueda de socios, la venta del museo, como tal, o la venta del edificio entre otros". "Lógicamente, lo ideal para Cristina Hoyos sería encontrar una entidad con interés en seguir con el Museo", matiza Grötsch.
"El Museo del Baile Flamenco ha sido y es la inversión privada más grande en cultura que jamás se ha hecho en la ciudad, arriesgando Cristina Hoyos todo su patrimonio e hipotecando su vejez. Ha sido un regalo para esta ciudad por valor de 5.5 millones de euros, al que los propios sevillanos han aportado un 1,82 por ciento de la inversión", dice el director del MBF.
Sin embargo, concluye el largo comunicado de cuatro páginas, "aparte del patente desinterés de las autoridades municipales y autonómicas, el proyecto ha recibido y está recibiendo un hostigamiento sin perdón por la mayoría de los medios locales y por parte de la oposición parlamentaria actual", por tanto, "ante este tratamiento y desde una perspectiva más internacional, desde el Museo del Baile Flamenco expresamos nuestra más absoluta perplejidad e incomprensión de cómo se trata en Sevilla un proyecto privado de esta magnitud cultural, social y económica".
Por último, Grötsch anuncia que "se darán los detalles y cifras exactas de las inversiones" en el Museo del Baile Flamenco "en una rueda de prensa que se convocará a nuestra llegada a Sevilla".
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