Alba Molina | crítica
No lo es ni pretende serlo
FESTIVAL DE VENECIA
Los sonidos eclécticos y vanguardistas del piano de Ryuichi Sakamoto, fallecido en marzo pasado, acallaron ayer el ruido y la agitación del Festival de Venecia durante el estreno mundial de su último concierto, grabado por su hijo, el cineasta Neo Sora, en un estudio de Tokio a finales de 2022.
Con una puesta en escena minimalista y abstracta, en sintonía con las melodías que el japonés extrae a su piano Yamaha, Opus ofrece una selección de 20 composiciones representativas de su carrera.
Desde los años los 70 y 80 con la Yellow Magic Orchestra, pioneros de la música electrónica, hasta su último álbum, 12, un diario musical grabado el verano pasado que evoca la fragilidad y espiritualidad de sus últimos días.
"Cuando empezamos a rodar no sabíamos si iba a ser su último concierto", expresó su hijo, el director Neo Sora. En esta línea, indicó que "entendíamos que podría serlo, pero no lo pensamos demasiado, nos centramos en el rodaje, en ser meticulosos para no cometer ningún error técnico".
Aunque había tres cámaras y un equipo de 30 personas en el estudio de la cadena NHK donde filmaron durante nueve días, el silencio durante la ejecución de Sakamoto es reverencial y transmite una atmósfera casi religiosa.
Según Neo Sora, a su padre "le habría encantado" saber que la película iba a debutar en Venecia, donde vino en 2017 para presentar el documental Coda (La música de Ryuichi Sakamoto), un retrato del artista dirigido por Stephen Nomura y dada la especial relación que siempre tuvo con el cine.
"Le encantaba el cine desde niño, él solía contar que uno de sus recuerdos más tempranos era la música de una película de Fellini, el cine siempre le acompañó y le inspiró", manifestó Neo Sora.
Una de las composiciones más célebres de Sakamoto es Forbidden coulours, incluida en la banda sonora de Merry Christmas, Mr Lawrence (Feliz Navidad, Mr. Lawrence, 1983), su primer trabajo musical para el cine y una película en la que también actuó, junto a David Bowie.
Después llegó el Óscar por la banda sonora de The Last Emperor (El último emperador, 1987) de Bertolucci y también la música para Tacones lejanos (1991) de Pedro Almodóvar o The Revenant (El renacido, 2015) de Alejandro González Iñárritu.
La selección de Opus ofrece algunas versiones en piano que nunca había hecho antes, como The Wuthering Heights (1992) o un arreglo para piano del tema Tong Poo de la Yellow Magic Orchestra.
Según su hijo, Sakamoto tenía una relación complicada con el piano, el instrumento con el que más se le ha relacionado. "Era su socio de toda la vida y al que siempre volvía, pero también entendía sus limitaciones como instrumento de 12 tonos y basado en el sistema musical occidental, él siempre trató de explorar también otras formas musicales”.
Rodado en blanco y negro, el director reduce al mínimo la información en pantalla y se centra en jugar con luces y sombras, con tomas largas y detalles de sus manos tocando, de su rostro enmarcado en su icónico corte de pelo y sus gafas, del piano y de las partituras.
Sakamoto falleció el pasado 28 de marzo a los 71 años de edad a causa de un cáncer que le fue descubierto en junio de 2020. En sus últimos años, la enfermedad le impidió actuar en directo y esta era su única actuación desde el concierto que ofreció por streaming en 2020.
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