Montaño pedirá una "explicación" a Thyssen por "jugar con los sevillanos"

Critica las "políticas de relumbrón" y dice que "no se ha perdido ningún tren" · Sugiere irregularidades en la adjudicación de las obras para construir el centro que mostrará la colección pictórica en Málaga

Montaño, Alqhai y la directora general del ICAS, Paz Sánchez.
Francisco Camero / Sevilla

01 de octubre 2008 - 05:00

Un día después de la firma del convenio entre Carmen Cervera y el Ayuntamiento de Málaga para crear un museo que albergará parte de la colección de pintura andaluza de la viuda del barón Thyssen, Maribel Montaño continuaba "desconcertada". "Aún más", matizó ayer la delegada de Cultura y portavoz del Ayuntamiento de Sevilla (que aspiraba al mismo objetivo que la capital costera), a tenor de las "últimas informaciones recibidas". "Esta semana nos pondremos en contacto con la Fundación [Thyssen] para que nos den una explicación", añadió Montaño, que acusó a Cervera de "jugar con el Ayuntamiento y con los sevillanos".

"No creo que sea serio -declaró Cervera este lunes- llevar a Sevilla un tipo de colección parecida cuando ya está cerrada (...) la puesta en marcha del museo en Málaga desde hace dos años". La portavoz municipal, que recordó estas palabras, no entiende por qué, entonces, la baronesa le dijo en una "conversación privada" que "tenía cuadros para todos"; ni que, habiendo elegido ya la oferta malagueña, estuviera "a la vez visitando sitios" para hipotéticas sedes en la ciudad hispalense y por tanto "alimentando expectativas" sin fundamento.

Montaño explicó la postura del Ayuntamiento, aunque por momentos -y siempre en el terreno de la sugerencia- parecía hablar también de las otras partes implicadas. La portavoz recordó que el Consistorio de Málaga ha comprado casas y solares aledaños al Palacio de Villalón -en total, "más de 7.500 metros cuadrados", una superfice "superior" a la del Museo Picasso- para acoger hasta 2025, "no indefinidamente", las pinturas heredadas por la baronesa. A esto añadió una "particularidad": este proyecto de construcción "fue denunciado en el Ayuntamiento de Málaga porque se adjudicó a una empresa sin concurso previo; finalmente la adjudicación de las obras la va a hacer la propia Fundación Thyssen, pero a la misma compañía", afirmó.

Es una inversión económica "muy grande", dijo, de "más de 30 millones de euros". "Nosotros, sin embargo, tenemos otra concepción de la política municipal" y "no podemos convertirnos en rehenes de las condiciones de los dueños de las colecciones", continuó Montaño, que admitió que, "aunque es difícil de explicar, no se ha perdido ningún tren". En el mismo sentido se pronunció ayer el delegado de la Consejería de Cultura en Sevilla, Bernardo Bueno, quien afirmó que "no merece la pena llorar por esta colección", pues la de Mariano Bellver -con quien negocia el Bellas Artes- es "bastante mejor" y además el coleccionista "está dispuesto a cederla".

"Hay políticas de relumbrón -continuó Montaño-, pero nosotros somos muchos más responsables, porque manejamos dinero de todos los sevillanos". Y, además, "hay que tener en cuenta las necesidades reales de la ciudad". En este punto recurrió a dos ejemplos, que serán, dijo, "referentes culturales de primera magnitud y abiertos a toda la ciudadanía". Se trata del futuro Centro Cultural de la Puerta de la Carne, que albergará un teatro, espacios para asociaciones culturales y oficinas del ICAS, y que costará tres millones; y la Fábrica de Artillería, cuyo coste "no llegará ni a la mitad" del presupuestado para el antiguo mercado de la Puerta de la Carne.

Montaño se refirió también al Tesoro del Carambolo, de cuyo descubrimiento se cumplieron ayer 50 años. Las piezas siguen guardadas en un banco, y las que muestra el Museo Arqueológico no son más que réplicas. La portavoz se limitó a confirmar lo que ya publicó ayer este diario: que se ha encargado a la Universidad de Sevilla un informe "sereno y sopesado" sobre las condiciones de seguridad y de conservación para que este patrimonio se exponga al público "indefinidamente".

También habló de la cesión de la carísima colección de cerámica sevillana de Ramón Carranza, con el que ha habido negociaciones para el préstamo de sus piezas. El Ayuntamiento le propuso que se expusieran temporalmente en una sala del Real Alcázar, pero el deseo del empresario era que se mostrasen allí de manera estable. "De todos modos, estamos rehabilitando la antigua fábrica de cerámica Santa Ana [en Triana] para hacer un museo, así que ése es su sitio natural. Es de una lógica aplastante, así que confío en que podamos convencerlo", dijo.

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