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"Tú no has nacido en cualquier sitio. Has nacido en Triana. Tienes una responsabilidad en el cante". Un mandato como éste sólo podía proceder de Antonio Mairena, un maestro que sin ser de Triana restauró los cantes de un barrio, una orilla, unas calles sin las que no se puede entender el flamenco actual. El consejo, o mandato según se mire, iba dirigido a Paco Taranto, entonces un chaval de 20 años y hoy un veterano del flamenco al que la vida, y la necesidad, le llevó también a ejercer de albañil o panadero. Esta noche, décadas después y con una memoria intacta preñada de recuerdos en los que aparece una genuina Pastora Pavón dando el visto bueno de las palos que aprendía, compartirá escenario con otra gran maestra, la bailaora de Triana Milagros Mengíbar.
A Milagros, que empezó como cantaora con Adelita Domingo, el baile se cruzó en su camino a los 13 años cuando entró a trabajar en el tablao El Patio Andaluz. Formada bajo el magisterio de Matilde Coral y poseedora de un estilo único en el manejo de la bata de cola que ha creado escuela -ahí está la malagueña Luisa Palacio, entre otras-, Mengíbar pasa por ser hoy la gran bailaora en activo representante de la escuela sevillana clásica. ¿Y cómo se definen estas maneras? Milagros lo resume así: "Muy rico de cintura para arriba y no descomponer nunca la figura", dice, para añadir después que en su estilo la influencia del clásico español es otra de sus señas de identidad.
Testigo de los recuerdos de ambos maestros es José Luis Postigo, guitarrista que ha acompañado al baile y al cante con discreción y sapiencia, virtudes con las que ha desarrollado una vida profesional al lado de grandes como Farruco, Fernanda y Bernarda de Utrera, Naranjito de Triana o Matilde Coral. Una experiencia que hoy vuelca en la formación de nuevos valores en la Fundación Cristina Heeren.
Para el espectáculo que traen esta noche a la sala Joaquín Turina -¡Triana, Triana!- aplicarán "la técnica de la vieja escuela", comenta Milagros, que no es otra que la improvisación. "El concepto que nosotros tenemos es diferente del que se hace ahora. Yo pregunto: ¿qué quieres que te cante?, y canto", explica con absoluta naturalidad Paco Taranto. En la actuación de Milagros no faltará su baile por peteneras, alegrías y cantiñas, para terminar, cómo no, con un fin de fiesta en el que se celebra, sobre todo, el legado de los maestros de un barrio único: Triana.
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