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El pueblo de Sevilla aislado por una carretera con 365 curvas y cada vez más peligrosa

Memoria y presente de la viola

Pablo J. Vayón

08 de marzo 2011 - 05:00

Vie Sul Mare. XXVIII Festival de Música Antigua de Sevilla (FeMÁS 2011). Componentes: Farran James, violín; Guillermo Peñalver, flauta travesera; Ventura Rico, viola da gamba; Mercedes Ruiz, violonchelo; Carlos García-Bernalt, clave. Programa: Sonatas de Dietrich Buxtehude y Johannes Schenck; Sonatas-cuartetos de Louis- Gabriel Guillemain. Lugar: Centro Cultural Santa Clara. Fecha: Lunes 7 de marzo. Aforo: Tres cuartos de entrada.

Para empezar, una rectificación: finalmente fueron 180 las butacas habilitadas para los conciertos del Festival y no las 100/120 de las que se informó en un principio. Constatar también que el espacio escogido dentro del nuevo Centro Cultural Santa Clara para este festival es ideal para conciertos camerísticos de música antigua: con una correcta adaptación que permitiera el incremento del aforo (podría superar sin problemas los 240/250 asientos), la ciudad ganaría el auditorio para este tipo de músicas que lleva tiempo necesitando y reclamando.

Con la generosidad habitual, Ventura Rico también se refirió al tiempo cuando recordó en la emotiva dedicatoria de su propina a los pioneros de la música antigua sevillana, pero lo cierto es que la pujanza de la viola da gamba en la ciudad se debe sobre todo a su tarea como docente en los últimos veinte años. Como intérprete, demostró además encontrarse en un momento de estupenda madurez, por sonido, musicalidad y expresividad (soberbios en este sentido los movimientos lentos de la Sonata de Schenck, concebida en general con líneas densas, a causa de un bajo continuo muy presente e intenso). El principio del recital había resultado algo problemático, pues el violín de Farran James sonó ágil, pero demasiado seco, pobre en armónicos, y el conjunto tardó en encontrar el equilibrio adecuado. Mucho mejor la segunda sonata de Buxtehude, de articulaciones afiladas y notable vigor.

Aunque el estilo galante de Guillemain parece alentar el sonido dulce y las líneas apacible, Vie sul Mare, con una James perfectamente empastada ya en el grupo, ofreció de sus preciosos cuartetos una imagen muy contrastada, en la que el diálogo entre las cuatro partes resultó extraordinarimente fluido, elegante y sensual, intenso hasta lo frenético en los tiempos rápidos, encantador en los lentos.

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