'Memoria' o la madurez suprema
Flamenco
Con el montaje que dirige Ortiz Nuevo, y que cuenta con veteranos como Carrete o José Menese, arranca hoy un nuevo ciclo jondo en el Maestranza
Tiene el flamenco eso de preferir hablar de maestros que de mayores. Se entiende que la experiencia es una inevitable virtud para un arte vivo que se transmite de generación en generación y cuya pureza aún no proyectan los videos de Youtube. De ahí el respeto a los años y el silencio frente a aquellos que tienen tanto que contar. Las ganas de sentir a través de sus pies, sus manos o sus gargantas toda la herencia patrimonial y también la necesidad de disfrutarlos en su grandeza.
Con esta idea nace Memoria, un espectáculo dirigido por José Luis Ortiz Nuevo que reúne a un elenco de artistas de más de 70 años "que están en su madurez suprema y que constituyen un férreo puente entre el flamenco que ellos han aprendido de los grandes del siglo XX, como Mairena, Caracol, Pastora Pavón o Pepe el de la Matrona, y el que pueden ahora enseñar a los jóvenes del siglo XXI", explica el fundador de la Bienal. De hecho, con Memoria se inaugura hoy a partir de las 20:30 un nuevo ciclo flamenco del Teatro Maestranza que continuará el próximo 8 de febrero mirando al futuro con Divino Tesoro (donde los protagonistas no superan la treintena) y que concluirá el día 25 de febrero con Homenaje a Paco de Lucía.
Claro que el valor de la propuesta no está en lo nostálgico sino en lo antológico. Es decir, en la calidad artística de sus integrantes a los que Ortiz Nuevo define como los "Buena Vista Social Club del flamenco". Así, como hiciera Wim Wenders en su aclamado documental, el director y dramaturgo sevillano resalta el sentimiento de "autenticidad, de evidencia de lo vivido, de verdad" que mantienen estos artistas y proclama a través de sus nombres la historia y la belleza de este arte.
En otras palabras, las credenciales de los cantaores Canela de San Roque, Diego Vargas Camacho El Boquerón, Manolo Sevilla, Paco Taranto o José Menese, así como las del bailaor Carrete de Málaga, el polifacético Gualberto García -pionero del rock andaluz y colaborador de Camarón-, los guitarristas Merengue de Córdoba, Paco del Gastor, Ramón Amador o el Cuadro de las Viejas del Barrio Santiago de Jerez, se sitúan igual entre las líneas de sus currículos como en cada uno de los recuerdos que acumulan en una vida llena de música y de dificultades "a las que han sobrevivido siempre gracias al flamenco", apunta Ortiz Nuevo. E incluso en los párrafos que queden por escribir porque, como añade el flamencólogo, "en la memoria de Carrete, por ejemplo, está la vanguardia de Israel Galván".
Al fin y al cabo, ya hubo quién dijo que la vejez no significa nada más que dejar de sufrir por el pasado. Sólo de esta forma pueden encontrarse "envidiablemente espléndidos e ilusionados como muchachos" y atesorar la sabiduría "que contagia todas las emociones". También la rivalidad que inevitable y necesariamente sigue existiendo entre ellos y que, probablemente, sea la que permita esta noche al público comprobar que la fuerza, la frescura y la pasión se pueden mantener intactas, a pesar del calendario.
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