Mayte Martín refleja su pasión por los boleros en 'Cosas de dos'
La cantaora vuelve a desviarse del flamenco en su nuevo disco, que llega hoy a las tiendas
Mayte Martín vuelve a desviarse de su ruta flamenca para encontrarse con su pasión por los boleros en Cosas de dos, un disco que vio la luz en una edición limitada para los colaboradores de la campaña de micromecenazgo que lo financió y que hoy llegará a las tiendas. "Parece poco coherente que saque este disco ahora, tres años después de grabarlo, en un momento en el que ya estoy metida en otros proyectos, pero el caso es que me apetece que llegue a más gente y yo la coherencia la tengo conmigo misma, no con el mercado", aseguró la cantante.
Mayte Martín es mucho más conocida como cantaora de flamenco que como cantante de boleros, pero esta segunda faceta no es un capricho, sino toda una convicción que discográficamente empezó con Free Boleros, grabado en 1996 junto a Tete Montoliu, y siguió con Tiempo de amar (2003), con la colaboración de la artista cubana Omara Portuondo. Ahora llega una nueva entrega titulada Cosas de dos, un álbum grabado en directo en la sala Luz de Gas de Barcelona, que sólo tiene en común con Free boleros el tema Somos.
El resto son canciones que siempre le han gustado, como Espérame en el cielo, Piensa en mí, Yo lo comprendo, Regálame esta noche, En un rincón del alma, Me perdonas, No sé tú, ¿Hacia donde..?, Palabras, Sabrá Dios, Por si te quedas, Lía y Piel canela.
Mayte Martín editó el disco con su propia discográfica y lo financió gracias a las aportaciones de sus seguidores a través de una plataforma de micromecenazgo. Tres años después ha llegado a un acuerdo con otra discográfica para que lo distribuya en las tiendas, pero el control lo sigue teniendo ella porque "el copyright siempre tiene que ser de la artista", aseveró. "Yo quiero tener cómplices, no dueños", añadió esta artista, que defiende su libertad creativa a capa y espada porque pone "mucho amor" en todos sus proyectos y no quiere que nadie los desvirtúe.
Esa es la razón que le llevó a optar por el micromecenazgo como forma de financiación, un sistema que "pone al artista directamente en contacto con sus seguidores" y que "permite hacer partícipe a la gente en muchos niveles".
Mayte Martín se siente satisfecha de los resultados que ha obtenido con este sistema de financiación y de su decisión de crear su propio sello y prescindir de la figura del representante, aunque es consciente de que si se doblegara a las leyes del mercado "tendría más visibilidad".
La cantante no se doblega y está pensando en volver a utilizar el micromecenazgo para grabar un disco a partir de los conciertos que está dando con Por los muertos del cante, un proyecto en el que rinde homenaje a los grandes maestros flamencos que la han influido.
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