Los Max premian 'La función por hacer', un 'pirandello' del siglo XXI

En una gala celebrada en Córdoba donde se puso el foco en los ayuntamientos morosos, la obra de Miguel del Arco se hizo con siete galardones · El sevillano Israel Galván fue reconocido como Mejor Intérprete de Danza

Foto de familia de los presentadores y ganadores en la gala de los Premios Max celebrada anoche en el Gran Teatro de Córdoba.
Foto de familia de los presentadores y ganadores en la gala de los Premios Max celebrada anoche en el Gran Teatro de Córdoba.
Alfredo Asensi / Córdoba

10 de mayo 2011 - 05:00

La función por hacer de Kamimaze Producciones, una revisión de la célebre obra de Luigi Pirandello Seis personajes en busca de autor con el enfoque del siglo XXI, fue la triunfadora incontestable de la 14ª edición de los Premios Max de las Artes Escénicas, celebrada ayer en el Gran Teatro de Córdoba. Siete premios (optaba a nueve candidaturas en ocho categorías) obtuvo una obra que propone una puesta en escena hiperrealista e intenta que el público se pregunte si lo que está viendo es real o no. El montaje, que se podrá ver el próximo 1 de octubre el teatro Falla de Cádiz, tuvo una enorme acogida en Sevilla, tras su paso por el Central el pasado noviembre. Manuel Rosal, crítico teatral del Grupo Joly, destacó entonces que la obra es "una síntesis perfecta entre un texto clásico y una actitud moderna". En el lado negativo, el musical Blancanieves Boulevard no tuvo éxito en ninguno de los 11 apartados en que concurría.

Concebida como un homenaje a los oficios del teatro, la gala situó su foco de protesta sobre los ayuntamientos morosos, que están poniendo en dificultades a muchas compañías. "Los ayuntamientos que no pagáis estáis acabando con el teatro", advirtió Miguel del Arco al recoger el premio al mejor director de escena por La función por hacer. La petición de más espacios para la danza en las programaciones de los teatros y de la consideración del estatus de autor para escenógrafos, figurinistas e iluminadores, completó la cuota reivindicativa de una velada en la que la mayor defensa del la cultura teatral la hizo el Max de honor, José Monleón, que afirmó que gracias a este arte descubrió "el valor de la diferencia".

La gala impuso desde el primer momento un tono humorístico y un carácter metateatral a través de la presentación ideada por su director, Juan Carlos Rubio. Ángel Ruiz interpretó el papel de responsable de la ceremonia, que en el ensayo general del día anterior afronta diversos problemas con los actores, el decorado y un ayudante aspirante a estrella. Fernando Tejero, Natalia Millán, Toni Cantó y Chema Noci activaron sus variadas destrezas en un despliegue de canciones y situaciones cómicas en el que se intercalaban los premios.

La función por hacer se llevó las estatuillas en las categorías de dirección de escena, productor, diseño de iluminación, actor de reparto, actriz de reparto, adaptación de obra teatral y espectáculo de teatro. Cinco obras obtuvieron dos premios: Pegados (espectáculo de teatro musical y director musical), Glengarry Glen Ross (mejor actor para Carlos Hipólito y escenografía), Nubes (figurinista y espectáculo infantil), El ball (coreografía e intérprete femenina de danza: Sol Picó) y La lucha libre vuelve al Price (intérprete masculino de danza, para Israel Galván, y composición musical para espectáculo escénico). Como mejor actriz fue elegida Vicky Peña (ausente en la gala) por Marbug, y como mejor autor teatral en castellano Francisco Nieva por Tórtolas, crepúsculo y telón.

El trofeo al mejor espectáculo de danza fue para Wonderland, del Víctor Ullate Ballet; el de espectáculo revelación, para Dogville, de Rayuela Producciones Teatrales, y el de nuevas tendencias recayó en el Certamen Coreográfico de Madrid, una cita que celebra este año su 25º aniversario como plataforma de creación que muestra la actualidad de la danza contemporánea y da a conocer a jóvenes valores emergentes. El Festival del Sur-Encuentro Teatral Tres Continentes recibió el Max Iberoamericano y el Festival Don Quijote de París, el Max de la crítica.

Más allá del triunfo de La función por hacer, de la singular presentación ideada por Rubio y de las reivindicaciones apuntadas, la gala aportó diversos momentos simpáticos y emotivos. Uno de ellos fue la explicación que José María Pou hizo a Carmen Conesa sobre "las cinco etapas en la vida de un actor", desde la irrupción hasta el declive. Y en un momento de su kilométrica intervención, requerido para que abandonara el escenario, Monleón afirmó: "Yo no me voy de aquí hasta que no termine". Si tú no estás de Rosana, cantada por Ángel Ruiz, envolvió el homenaje a los ausentes.

Pirandello reinventado en una obra sobre el desconcierto y la duda, una producción modesta en las que las emociones del espectador son parte activa del espectáculo, recibió ayer el reconocimiento de la profesión como el mejor trabajo del curso. Y las gentes del teatro vivieron una noche de encuentro para, al calor de las palabras de Monleón, reconocer el valor de la solidaridad, el encuentro entre diferentes y la pluralidad cultural.

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