La argentina Marta Minujín logra el Premio Velázquez de Artes Plásticas
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El CAAC acogió en 2010 la primera muestra en España de esta pionera del arte efímero.
sevilla · madrid/En 1985 Marta Minujín (Buenos Aires, 1943) resolvió simbólicamente el pago de la deuda externa argentina a Estados Unidos entregándole a Andy Warhol, el rey del Pop, mil mazorcas de maíz, "que es el oro latinoamericano y del cual Argentina es exportador". Esta acción o performance en la que ambos estaban subidos en dos sillas e intercambiaban choclos pintados de naranja la recuperó el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) en 2010, cuando inauguró la primera retrospectiva en España de Minujín. Sus gafas y sus vestidos de colores, el físico juvenil de quien ya ha superado los 70 años, su apasionada conversación en la que mezclaba sus felices recuerdos neoyorqinos con algunos pasajes menos amables de la historia reciente de su país, convirtieron la visita a Sevilla de Minujín en un acontecimiento cultural.
Ayer, esta "pionera de los nuevos comportamientos artísticos", según el jurado, tomó el relevo del creador conceptual Isidoro Valcárcel y se convirtió en la nueva Premio Velázquez, considerado el equivalente en el ámbito artístico al Premio Cervantes de las letras. El galardón, que otorga el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, está dotado con 100.000 euros y con él se reconoce que la posición contracultural y el compromiso político que Minujín mantuvo en un momento particularmente difícil de la historia argentina se mantienen en la coyuntura internacional actual. "Su desacralización de los mitos populares y la activación de los lazos sociales la han convertido en una precursora de las prácticas efímeras y relacionales", añadió el jurado, que también destacó a la artista como "pionera en el desbordamiento de los marcos institucionales del arte y de los medios".
Minujín, considerada uno de los símbolos de la vanguardia argentina, aseguró sentirse "feliz" tras conocer la noticia, al tiempo que precisó que el premio le permitirá "seguir creando cosas locas". "Estoy feliz, feliz, feliz. Ojalá que la salud siga conmigo y lo pueda recibir", añadió. El Premio Velázquez reconoce la totalidad de la obra plástica de un creador del ámbito iberoamericano por su aportación sobresaliente a la cultura hispánica y le llega a Minujín en plena forma: la artista prepara su participación en la próxima Documenta de Kassel donde presentará la instalación El Partenón de los libros prohibidos en una plaza en la que los nazis, en 1933, quemaron 2.000 libros que consideraron "contrarios al espíritu germano". El proyecto está basado en un trabajo homónimo que realizó en 1983, poco después de la caída de la dictadura militar en Argentina.
Marta Minujín estudió en las escuelas nacionales de Bellas Artes de Buenos Aires y presentó su primera exposición individual en 1959 en el Teatro Agón. En 1960 obtuvo una beca del Fondo Nacional de las Artes que le permitió instalarse en París. En el 64 fue invitada al Premio Nacional Di Tella, centro de referencia de los artistas de la época, donde expuso Eróticos en tecnicolor y Revuélquese y viva; en 1966 obtuvo la beca Guggenheim y se fue a vivir a Nueva York. Allí, a comienzos de la década del 70, en un contexto de protestas civiles, realizó dos importantes acciones: Kidnappening e Imago Flowing. En 1978 participó en la I Bienal Latinoamericana de Arte en el Parque Ibirapuera de Sao Paulo. En 1985 realizó con Andy Warhol la citada obra sobre la realidad latinoamericana que hacía referencia a la recuperación de la democracia en Argentina mediante el pago de la deuda externa con mazorcas.
La obra de Marta Minujín se encuentra en importantes instituciones como el Salomon R. Guggenheim Museum o el hall Indonetian de Naciones Unidas, ambos en Nueva York; en el Walker Art Center de Minneapolis (EE.UU) y en el Museo de Arte Moderno de Medellín (Colombia). En Andalucía, la colección del CAAC cuenta con una obra destacada de la artista.
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