María Terremoto, una cantaora con proyección
Crítica de Flamenco
La ficha
*** 'María terremoto' XVIII Noches en los Jardines del Real Alcázar. Cante: María Terremoto. Guitarra: Nono Jero. Lugar: Jardines del Alcázar. Fecha: Lunes, 3 de julio.
María Terremoto es una jovencísima cantaora con una enorme proyección. Pocos intérpretes pueden presumir de tener un Giraldillo con apenas 18 años, galardón que obtuvo en la categoría Artista Revelación en la última Bienal de Flamenco de Sevilla. Los poderes que tiene Terremoto a este respecto son una potencia vocal enorme y un bello timbre. Conoce los estilos, desde luego, y su sentido del ritmo la acredita como digna sucesora de su familia: su abuelo Fernando Terremoto, su padre Fernando Terremoto hijo y su tía abuela María Soleá.
La cantaora inició su recital por granaínas de Chacón dubitativas que siguió, en la misma línea, por malagueñas de El Mellizo, rondeñas y fandangos de Frasquito Yerbabuena. Luego encaró el cante jerezano por excelencia, la bulería por soleá y, poco a poco, la afinación y el fraseo se fueron asentando. El centro del espectáculo fue la contundente seguiriya que, a voz en grito, rondó la tragedia. Los tientos continuaron por este camino de letras y melodías sobrecogedoras pero en los tangos, que fue lo mejor de la noche para mi gusto, se relajó. Ahí demostró lo que es, una chica de 18 años que canta estupendamente, incluso hizo sus apuntes de baile: Triana, Badajoz, Pastora, Juana la del Revuelo, etcétera. Casi nos olvidamos del negro luto que vestía. Acabó su recital con una breve bulería de su tierra de origen, Jerez.
Nono Jero abrió la noche con un solo por seguiriyas y bulerías en el que utilizó las mismas falsetas que luego oiríamos en su toque para el cante.
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