María Pagés, más allá de los estilos

Dunas nace de un deseo de colaboración entre dos creadores que deciden trabajar en un proyecto juntos, simplemente, por el placer, por la necesidad, de hacerlo. Sin presiones. Sin imposiciones. Sin fechas. Y sin etiquetas. Porque esta obra, resultado de "años de colaboración y admiración mutua", es "una aventura que trasciende lo estilos". Así quiso presentar ayer la coreógraga y bailaora María Pagés el espectáculo que ha creado junto al bailarín contemporáneo Sidi Larbi Cherkaoui, uno de los más prolíficos de la escena europea. El montaje estará hoy y mañana, a partir de las 20:30, en el Teatro de la Maestranza (quedan entradas disponibles), dentro del ciclo Flamenco y otras aves de la Bienal.

El germen de la propuesta surge en 2004, cuando ambos creadores coinciden en el Festival de Danza de Montecarlo. Del estilo del intérprete belga de origen marroquí a María Pagés le enamoró "el movimiento de sus brazos, aun siendo contemporáneo". "A partir de ahí, comenzamos a coincidir en festivales de todo el mundo -China, México, Berlín- y en cada momento que teníamos libre aprovechábamos para avanzar en la idea", explica la bailaora sevillana sobre este proyecto cuya producción final tuvo lugar "tras encerrarnos en un teatro de Gerona, durante un mes".

El resultado, plasmado en 70 minutos de danza, se estrenó el pasado otoño en Singapur, ya ha estado de gira en varias capitales europeas como Londres, París o Madrid y es hoy uno de los espectáculos "más demandados" del repertorio de obras creadas por María Pagés. Dunas, explica, "no es una suma" sino una perfecta compenetración de dos lenguajes, el flamenco y el contemporáneo, donde "ninguno de los dos prevalece sobre el otro".

Con un trabajo caracterizado por la riqueza de influencias de otras expresiones artísticas, María Pagés cree haber conseguido con este nuevo espectáculo el difícil reto de "emocionar". "Hemos tocado otra dimensión" por la manera en que este montaje "comunica emociones, ideas, el sentido de la danza sin distinción". No en vano, el título -Dunas- "ya alude al desierto como espacio abierto, como símbolo de libertad, como lugar que causa temor, de metamorfosis", define la intérprete.

E insiste: en el proceso creativo de esta obra no ha habido "choques" entre sus lenguajes, sino que juntos han dibujado un paisaje común en el que expresarse con "naturalidad", con "enriquecimiento", "nunca como renuncia". Un entendimiento que se ha trasvasado también al terreno de la música, donde han colaborado Rubén Lebaniegos, por parte de María, y Szymon Broszka por la de Cherkaoui. El resultado de este apartado es un repertorio de temas originales, que integra un canto judío y un canto medieval del Camino de Santiago, donde resuenan los ecos flamencos, clásicos y árabes comunes a las culturas de ambos intérpretes. De hecho, sobre el escenario, los bailarores se acompañarán únicamente por cuatro músicos, entre ellos, el cantaor Ismael de la Rosa y el intérprete árabe Mohammed El Arabi-Serghini.

Después, a partir de las 23:30, la Bienal continuará en el Hotel Triana con la propuesta artística del cantaor Segundo Falcón, responsable de Ensayo y tablao, un espectáculo que cuenta con la producción de la Diputación de Sevilla y que rinde homenaje a los maestros de la enseñanza del flamenco. El tributo será para los veteranos maestros que, habiendo alcanzado la gloria artística o permaneciendo en el anonimato, han enseñado el arte flamenco a los intérpretes de las generaciones actuales, caso del veterano bailaor Manolo Marín, quien lleva más de tres décadas impartiendo clases de baile flamenco en Triana. Según escribe Falcón en el programa de Ensayo y tablao, "sólo se pierde lo que se guarda, y enseñar es un ejercicio de inmortalidad", por lo que el director del espectáculo ha querido rendir homenaje también al tablao Los Gallos de Sevilla, donde a lo largo de años han coincidido artistas novatos con veteranos, incluido el propio Falcón. Lalo Tejada, Juan José Amador, José Luis Postigo, Paco Taranto, El Moro y Concha Vargas le acompañarán esta noche en uno de los espectáculos más raciales de la Bienal.