María Pagés pone fin a su etapa en Madrid sin recibir aún ofertas de Sevilla

Tras 12 años como Compañía Residente en Torrelodones, la coreógrafa cierra un ciclo decisivo en su carrera · La bailaora presentó ayer en Jerez 'Utopía', trabajo inspirado en la obra de Niemeyer, que se verá en la Bienal

María Pagés, en el estreno de 'Utopía' en Avilés, el pasado octubre.
María Pagés, en el estreno de 'Utopía' en Avilés, el pasado octubre.
Patricia Godino / Sevilla

10 de marzo 2012 - 05:00

En 1998, el Festival de Otoño de Madrid invitó como parte de su cartel a la sevillana María Pagés para presentar el espectáculo La tirana, aquella fantasía goyesca que mostró en la Bienal de Flamenco de ese mismo año. La bailaora trianera necesitaba un teatro cercano a la capital donde ensayar con su compañía y se le ofreció el Teatro Bulevar de Torrelodones a cambio de un pase general abierto al público. Fue de esta forma como surgió el diálogo entre la intérprete y los responsables del espacio público madrileño, que, meses después fructificaría en un acuerdo pionero con el equipo de Pagés como Compañía Residente desde junio de 1999 y que ahora, casi 13 años después, ha llegado a su fin, como ha confirmado la ganadora del Premio Nacional de Danza en 2002 a Diario de Sevilla.

En este tiempo, no han sido pocas las veces que la intérprete ha celebrado la acogida y participación que los ciudadanos de este municipio madrileño le han brindado a las actividades puestas en marcha por su equipo -desde programas para niños y mayores a asesoramiento a nuevas compañías o cursos de danza-, siendo esta rica colaboración entre lo público y lo privado un modelo para otras compañías de Madrid. "Siempre ha habido muy buena sintonía con el Ayuntamiento y la compañía ha convivido este tiempo con diferentes alcaldes desde que llegamos a Torrelodones", recuerda María Pagés al otro lado del teléfono, mientras disfruta del almuerzo previo a los ensayos de Utopía, que anoche presentó en el Festival de Jerez.

De naturaleza optimista y decidida, Pagés resume de manera concisa la situación: "Al final la vida son etapas y se ha acabado ésta". Tras los últimos cambios en la localidad -en las elecciones municipales, el grupo independiente Vecinos por Torrelodones arrebató la Alcaldía al Partido Popular tras 24 años- la bailaora confiesa que "no" encontró una situación "en la que me sintiera cómoda y, como la decisión estaba en mis manos, creí que era lo más favorable para mi equipo". Una manera de decir que su proyecto cultural no formaba parte de la prioridad de los nuevos regidores del municipio.

Como tantas otras iniciativas culturales, el acuerdo con la Compañía de Pagés ha sido una víctima más de la crisis en tiempos en los que "con la excusa de la reorganización y optimización de las estructuras se acaba con proyectos que han demostrado su contribución a la riqueza cultural y social". "Cuando se han enterado de que la compañía salía de Madrid, han llegado muchas ofertas, todas interesantes, que tendría que estudiar con calma y tiempo"; eso sí, "ninguna del sur, nada de Sevilla".

Lo dice sin pesar, aunque al interlocutor le sorprenda que Sevilla no reclame la capitalidad de esta creadora de reconocimiento internacional, nacida en Triana, alumna de Matilde Coral, de Manolo Marín y de María Rosa, de Mario Maya y Antonio Gades, que lleva la bandera del flamenco y de su ciudad por los más prestigiosos festivales de danza y teatros del mundo. Un dato ilustra el calado de esta coreógrafa: su agenda contempla compromisos hasta junio de 2013 para mostrar parte de su repertorio, Dunas, Autorretrato y Utopía.

Es este último montaje el que presentará en la Bienal de Flamenco, "una cita prioritaria en mi calendario" a la que ha acudido "en todas las ediciones, salvo en una".La coreografía que creó a partir de su relación con el arquitecto centenario Óscar Niemeyer "es una obra que tiene mucho que ver con el momento actual, porque siempre he pensado que debe prevalecer el sentido común y el progreso cultural por encima de los intereses políticos". Estrenado en el Centro Niemeyer de Avilés -un espacio cultural a la deriva inmerso en la indefinición gubernamental que vive el Principado de Asturias hasta el resultado de las elecciones del día 25-, Utopía es "una reflexión sobre la imaginación y el instinto de los seres humanos para soñarse a sí mismos en un futuro mejor". Toda una declaración de intenciones en tiempos de incertidumbre.

La última vez que María Pagés estuvo vinculada a un proyecto de manera estable en su tierra fue como directora de la Compañía Andaluza de Danza. Su etapa al frente de la institución duró nueve meses, de enero a septiembre de 1997, el tiempo suficiente para darse cuenta de que "la estructura dispuesta por la Consejería de Cultura dificultaba alcanzar los objetivos que propuse en mi programa sobre el desarrollo de la danza flamenca en Andalucía", declaró entonces.

El nuevo intento de Pagés de regresar de manera estable a su ciudad natal se remonta a 2007, de la mano del empresario Miguel Gallego, cuando presentó el proyecto del Teatro del Flamenco, que se ubicaría en una parcela en el Corral de las Herrerías, junto a la Torre de la Plata, con el objetivo de dirigir "un espacio que se convirtiera en referencia de este arte para el mundo". Hoy sus palabras son necesariamente otras: "Hasta que pase la crisis, el proyecto está parado. Hay que esperar, es el único consejo, porque sería una irresponsabilidad por mi parte impulsar un proyecto sin todas las garantías".

Con todo, Pagés, creadora incansable e icono para las nuevas generaciones, seguirá creando fiel a un único principio: el arte sin límites.

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