María Dolores López asumirá la dirección del Cervantes en Marrakech
Profesora titular de Filología Árabe e Islámica de la Universidad de Sevilla y vicerrectora de la UNIA hasta el año 2005, será la primera directora del centro, inaugurado hace apenas unos meses
La directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel, nombró ayer directora del centro de dicha institución en la ciudad de Marrakech (Marruecos) a María Dolores López Enamorado, profesora titular del Departamento de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de Sevilla y vicerrectora de la Universidad Internacional de Andalucía entre 2003 y 2005. López Enamorado, que asumirá el cargo el próximo 1 de septiembre, será la primera directora del centro, inaugurado hace apenas unos meses por los Príncipes de Asturias.
"Lo que tengo ahora mismo es mucho entusiasmo y muchas ganas de empezar", confesaba la filóloga e investigadora a Diario de Sevilla desde Marruecos, donde pasa unos días de vacaciones.
Aunque consciente de que el carácter novedoso del nuevo Cervantes en la ciudad marroquí hace necesario "un periodo de rodaje", López Enamorado apunta que son "muchos" los proyectos que ya le rondan la cabeza y avanza que, en cualquier caso, "la línea básica será la de fomentar la cultura española en Marrakech y fomentar el conocimiento de la lengua, porque cariño y respeto creo que ya hay, y mucho. Y por supuesto, intentar tender puentes entre ambos países".
Nacida en Llerena (Badajoz) y residente en Sevilla desde hace 30 años, López Enamorado terminó sus estudios de Filología Árabe en Granada para integrarse posteriormente, en 1988, en el entonces recién creado Departamento de Estudios Árabes-Islámicos. Estudiosa del Nobel de Literatura Árabe Nayib Mahfuz, autora de múltiples investigaciones y ensayos en torno al mundo árabe, de los cuentos de la tradición oral marroquí al feminismo en el ámbito islámico, López Enamorado se confiesa "enamorada de Marruecos, un país que me ha entusiasmado siempre. Me parece que las razones de vecindad justificarían por sí solas la necesidades de conocimiento mutuo -considera-, pero además de eso hay un componente visceral que me hace amar a Marruecos y que no sé de dónde viene. La primera vez que viaje aquí, en 1986, tuve la sensación de que volvía a casa".
La profesora, que abandonará por el momento su labor docente en la Universidad de Sevilla, desconfía de quienes apuntan un distanciamiento creciente entre Occidente y el mundo árabe y señala que "los pueblos se alejan, casi siempre, por desconocimiento, así que todo lo que podemos hacer por acercarlos siempre va en la línea del conocimiento mutuo. Hacer que los pueblos se conozcan es hacer que se respeten, y la cultura es una de las formas fundamentales para estrechar lazos". En este sentido, recuerda que la interrelación cultural entre España y Marruecos viene experimentando un importante proceso de intensificación y comenta, como ejemplos, "el importante movimiento editorial, la presencia mutua de producciones de ambos países en festivales de teatro y cine, las coproducciones cinematográficas, el incremento en el número de traducciones, la labor conjunta de universidades a ambos lados del estrecho" y, claro está, "la labor del propio Instituto Cervantes", con presencia ya destacada en ciudades como Casablanca.
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