Manila y la plata americana vistas desde el Arenal de Sevilla

El currículo del sevillano Francisco Márquez Villanueva en la Universidad de Harvard, donde es catedrático de Literatura, ocupa treinta folios en su versión abreviada. Este discípulo confeso de Américo Castro, exiliado en Estados Unidos en 1959, no podía ocultar ayer su alegría al encontrarse "con profesores tan gratos y competentes, con estas caras jóvenes que hacen aún más emotivo el regreso a mi Sevilla". Su presencia y la del resto de ponentes de Visiones de la Sevilla de Velázquez convirtieron ayer la iglesia del Hospital de los Venerables en el aulario más erudito de la ciudad. Hoy concluye este simposio internacional que, como explicaba Anabel Morillo, la directora general de la Fundación Focus, analiza la importancia adquirida por la ciudad a mediados del siglo XVII, época en la que se pintó Vista de Sevilla, anónimo flamenco adquirido para el Centro Velázquez y "uno de los retratos más emblemáticos de la capital hispalense", según el profesor Benito Navarrete.

La ponencia de Márquez Villanueva acercó al público El Arenal de Sevilla, una de las más de 20 comedias -muchas de capa y espada y ambientadas en el comercio con Indias- que Lope de Vega dedicó a esta ciudad. "Es el himno celebratorio del Arenal como fachada de Sevilla ante el mundo, al igual que lo es este lienzo que vamos a estudiar. El autor parte del teatro de inspiración directa del mundo real para componer lo que hoy llamaríamos un documental. En él, el Arenal es un espectáculo con el telón siempre levantado al que se acude para ver y para escuchar", subrayó Márquez Villanueva, a propósito de una obra que cuenta con aspectos escénicos muy modernos y se desarrolla también en Medina del Campo. "Frente a la dureza y seriedad de la ciudad castellana, Sevilla representa la alegría de vivir, la experiencia grata, transformadora y espontánea. En ese contraste subyace también una crítica muy fundada al traslado de la Corte a Valladolid", apuntó este reconocido cervantista.

Aguadores, mulatas acomodadas y hasta el cuerpo de guardia de las galeras formando timbas son algunos de los personajes que Lope sitúa en esta comedia y que tanta semejanza guardan con los tipos que Velázquez pintara en su etapa sevillana. "En esta obra Lope despliega una técnica de viñetas similar a la que ofrece el lienzo Vista de Sevilla, crea pequeños grupos ricos en matices y detalles individuales. La ciudad aparece como una Babilonia, una plaza universal donde sorprende la completa ausencia de la autoridad eclesiástica", subrayó.

Las ponencias de los profesores Ramón María Serrera, Carlos Martínez Shaw y Marina Alfonso ahondaron, desde la historia económica, en el esplendor que Sevilla conservó en el siglo XVII de su etapa como capital del primer imperio marítimo de la Edad Moderna. El contrabando de plata americana y los cargamentos y rutas del Galeón de Manila fueron temas con los que repasaron la Sevilla gloriosa que pasó a la leyenda y el legado de los grandes americanistas como Antonio García-Baquero.