El Maestranza reúne a las dos divas del bel canto en "Tancredi"
Las italianas Mariella Devia (soprano) y Daniel Barcellona (mezzo), consideradas como las grandes especialistas del repertorio belcantista, estrenarán dicha ópera de Gioacchino Rossini el 14 de febrero.
Sevilla/El Teatro Maestranza ultima detalles para el estreno, el próximo 14 de febrero, de "Tancredi", de Gioacchino Rossini, ópera que reunirá a la soprano Mariella Devia y a la mezzosoprano Daniela Barcellona, consideradas por la crítica experta como las grandes especialistas del repertorio belcantista.
Las cantantes italianas comentaron los pormenores de la dramaturgia y la música que encierra esta obra maestra del bel canto en la que con su arte canoro darán vida a Tancredi (personaje travestido que interpretará Daniela Barcellona) y Amenaide (Mariella Devia), papeles en los que ya coincidieron en una exitosa representación en la Ópera de Roma en 2004.
La historia de este melodrama heroico que se desarrolla en 1005 en Siracusa (Sicilia) en medio de crueles batallas contra los sarracenos, narra el amor frustrado de Tancredi y Amenaide, obligada por su padre a contraer matrimonio con el duque de Sicilia.
El montaje es una coproducción de los teatros Maestranza, Real, Liceo y Regio de Turín, con dirección de escena, decorados y vestuario del griego Yannis Kokkos, que ofrece una lectura de la obra "muy refinada y rica en alusiones a la tierra siciliana", en opinión de Daniela Barcellona, "con un absoluto respeto al texto y a la música".
La intérprete de Tancredi (papel muy ligado a su carrera, que le reportó fama internacional en el Festival de Pésaro en 1999) destacó que "los conceptos de patria y honor presentes en la obra son de los más elevados que podemos encontrar en la literatura operística, y hacen de Tancredi un personaje de una pureza e integridad moral únicas".
Según Barcellona, "en la personalidad del protagonista están presentes el furor, la pasión, la tristeza y el amor, siempre bañados con la frescura de la juventud, y la música de Rossini describe todo con tal precisión que el personaje casi tiene vida por sí solo".
La soprano Mariella Devia, considerada por muchos melómanos la última gran diva de la ópera, lleva 35 años sobre los escenarios y hasta ahora no ha encontrado rival en las óperas de Bellini, Donizetti y Rossini.
Tras triunfar en el Maestranza con "I puritani" de Bellini y "L'elisir d'amore" de Donizetti, regresa a Sevilla con este título de Rossini, en el que dará vida a Amenaide, al que define como "un personaje psicológicamente complejo e incondicionalmente enamorado de Tancredi".
"Es un amor típico de las heroínas del melodrama que se sacrifican por la persona amada", apuntó Devia, "hasta el punto de estar dispuesta a inmolarse, demostrando una fuerza extraordinaria incluso ante la horrible muerte, que sin embargo afronta con grandísima firmeza".
Según la cantante de Imperia (Italia), el personaje que interpreta refleja una época donde predominaba una mentalidad machista en un mundo lleno de guerras, y donde la mujer no podía rebelarse para defender su amor.
"Amenaide sería capaz de sacrificarse pero nunca de rebelarse", explicó, "por lo que la muerte se convertiría en una sublimación de su amor por Tancredi, y por tanto en el único modo de hacer permanecer para siempre su unión".
En 1813 Rossini llegó a estrenar dos versiones de "Tancredi", una con final feliz conocida como versión de Venecia (Tancredi y Amenaide se reconcilian) y otra con desenlace trágico conocida como versión de Ferrara (Tancredi llega malherido del frente y muere en brazos de su amada).
Aunque en Sevilla se representará la versión veneciana, Mariella Devia prefiere el final trágico, al igual que Barcellona, quien explicó que desde el punto de vista argumental la lógica conclusión del drama debe ser la muerte del héroe, ya que supone "el extremo sacrificio de la vida descrito por una de las soluciones musicales más geniales que se hayan compuesto jamás".
El final feliz, en opinión de Barcellona, "está musicalmente muy bien escrito, pero es muy amanerado, y la conclusión de la historia se convierte en una especie de '... y vivieron felices' de los cuentos de hadas, al estilo de 'El barbero de Sevilla'; sin embargo, el final trágico queda como algo único en la historia de la música".
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