Todas eran sus hijas

Mujeres cantan a Lole | Crítica

Lole Montoya, en el centro de la imagen, recibió un emotivo reconocimiento en Sevilla.
Lole Montoya, en el centro de la imagen, recibió un emotivo reconocimiento en Sevilla. / Grupo Joly

08 de marzo 2020 - 22:29

La ficha

**** 'Mujeres cantan a Lole'. Cante: Lole Montoya, Estrella Morente, Rocío Márquez, Alba Molina, Angelita Montoya, Niña Pastori, Diana Navarro, La Mari de Chambao, María Toledo. Pasión Vega, Mara Rey. Baile: Pastora Galván. Guitarra: José Acedo, El Perla, Paco Iglesias. Percusión: Paco Vega. Palmas: El Torombo, Petete, Manuel Valencia, Manuel Cantarote. Piano: Alejandro Cruz.. Lugar: Cartuja Center Site. Fecha: Domingo 8 de marzo. Aforo: Lleno.

La poesía de Juan Manuel Flores huye instintivamente de la pedantería, por eso creo que Rocío Márquez, en su intervención en solitario, en solitario por completo, se ajustó al espíritu de Lole y Manuel al cantar a un poeta, Antonio Orihuela, que habla de lo que pasa hoy en la calle, en la casa, en la cama, en la habitación de al lado. Como el propio Flores al que Lole Montoya tuvo la gentileza de nombrar antes de empezar su magnífico, como siempre, recital, que dedicó a la memoria de Manuel Molina. Fue generosa la trianera anunciando que "esta es una noche de dos". De tres, porque la ecuación no sale si no incluimos en ella al poeta. También Estrella Morente aludió al compositor y guitarrista del mítico dúo. Sonaron esos éxitos que fueron parte de la educación sentimental de varias generaciones. Y sonaron, en la segunda parte del espectáculo, en unos bellísimos dúos en los que Montoya dio la réplica a cada una de las cantaores que esta noche quisieron rendirle honores. Lole Montoya está pletórica, con la voz prodigiosamente intacta, como demostró, no esta noche, también en los varios recitales, en aforos más íntimos, que ha ofrecido la cantaora en los últimos tiempos en nuestra ciudad. No en vano, su última propuesta fue considerada el mejor espectáculo de cante de la Bienal 2018. Y esta noche se le dio su sitio, ese en el que permanece desde nuestra infancia, nuestra adolescencia, nuestra juventud jubilosa en la que todo estaba por estrenar: nuestro corazón.

stats