La primera película de Lola Flores

Wikipedia dice que la actriz María del Carmen Merino (San Sebastián, 1919), conocida artísticamente como Mary del Carmen, tiene 103 años. El dato evidencia lo necesitado que está el cine español de investigación. Mary del Carmen intervino en cuatro películas. Dos de Benito Perojo (Rumbo al Cairo, 1935, aunque en algunos lugares está fechada en 1940, y Es mi hombre, 1935), una de Francisco Camacho, El cura de aldea (1935), y, la que más nos interesa aquí, Martingala, de Fernando Mignoni, protagonizada por El Niño de Marchena y que fue el debut en el séptimo arte de Lola Flores. Según la propia artista, su debut teatral se produjo el 10 de octubre de 1939, con dieciséis años, en el espectáculo Luces de España de la compañía de Rafael Ortega y Custodia Romero, en el Teatro Villamarta de su ciudad natal. En la publicidad se la presentaba como "Lolita Flores, Imperio de Jerrez: joven canzonetista y bailarina". Fue la primera vez que compartió cartel con Manuel Ortega, Manolo Caracol, con el nombre de Niño de Caracol, miembro por aquel entonces de la compañía de su tío Rafael Ortega. En Martingala, sin embargo, ya aparece acreditada como Lola Flores, y su nombre es el cuarto, después del Niño de Marchena, Mary del Carmen y Manuel Arbó.

El Diccionario del cine español dirigido por José Luis Borao, dice que Martingala recoge aún el ideario popular republicano y que su actriz principal hubo de exiliarse al ser objeto de persecución por parte de la policía franquista. Hablamosde Mary Carmen, nueva estrella del maestro Perojo, para el que trabajó como escenógrafo Mignoni en La verbena de la Paloma, donde, por cierto, conoció a su mujer, la bailaora jerezana Carmela Guerra, que interviene en la película de Perojo, y que después formaría parte de la compañía de Vicente Escudero. Martingala está pues en la onda republicana y popular de Perojo. De hecho, Gonzalo Rojo en La dimensión infinita de Pepe Marchena incluye una información de José Vázquez Carmona en la se afirma que la película se rodó en 1935. También afirma Vázquez Carmona en el mismo sitio que Mary Carmen murió en un bombardeo en la guerra, lo que certificaría por la vía más trágica que de hecho el film es de antes de la guerra. Fue la primera película, y quizá la mejor, de Lola Flores. La información de Vázquez Carmona, de ser cierta, alinearía a Martingala en el bando de lo que en su momento denominamos como Cine flamenco republicano, en la onda progresista del momento, no tan radical como los filmes producidos por Buñuel antes de la guerra civil. De hecho, en la cinta, el pueblo vence a la autoridad, que enjuicia desde sus prejuicios al gitano. Hay, por tanto, un cuestionamiento de la autoridad, y una apuesta a favor de la gente de a pie, de fuerte sabor popular, lo que está en consonancia con el ideario de Perojo y de Ricardo Núñez, el productor de Perojo y también de este film. Aunque estrenada en el 40 (en algunos lugares aparece el 1 de enero de 1939 como fecha de estreno, pero nos inclinamos a pensar que se estreno en octubre del 40), y seguramente muy cortada respecto al original, la película muestra de forma inequívoca el espíritu popular republicano que la alienta.

Fue la tercera película del director Fernando Mignoni, italiano asentado en España, y que, como decorador, había trabajado, además de en Italia y Argentina, con Lorca en El maleficio de la mariposa (1921) y con Benavente, los Machado, los Martínez Sierra, Sánchez Mejías, Pemán, Unamuno, etc; y, en el cine a las órdenes de Artola, Rey, Ontañón, Neville, Mihura y el mencionado Perojo. Para colmo de confusiones, Martingala incluye fragmentos de un corto de Carmen Amaya y Sabicas rodado en Cuba en 1939 titulado El embrujo del fandango, y que, lógicamente, nada tiene que ver con el contenido del largo. La inexperiencia de Mignoni tras las cámaras y esta condición de collage audiovisual del film explica la torpe realización y algunos fallos de montaje, que también se pueden deber a la censura o al mal estado de la copia que se conserva.

Esta fue la primera de las 38 películas en las que intervino Lola Flores. Mi opinión es que la película se rodó al final de la guerra civil, aunque conservando el "ideario popular republicano", en un momento en el que el nuevo régimen todavía mostraba algunas grietas en su intento de ejercer el control ideológico absoluto en todas las producciones cinematográficas, intento que lograra plenamente en breve. De hecho, durante unos meses, en la Barcelona recién ocupada por el ejército franquista, se pudo ver en una marquesina una publicidad de Centinela alerta, la última producción de Buñuel antes de la guerra civil y su huida de España. Eso sí, en dicha publicidad, no se pudo incluir el nombre del protagonista del film, Angelillo, que fue sustituido por su alias en la película, El Ruiseñor de Andalucía. Él, que era de Vallecas. A los pocos meses la película fue retirada del cine y definitivamente prohibida en España, a pesar del largo pleito que la productora de la película mantuvo al respecto. Si admitimos la fecha de 1940 como la del rodaje de Martingala, que es la que dan los biógrafos de Lola Flores, debemos poner en duda toda la información de Vázquez Carmona. Creo que el matrimonio de Mignoni con una bailaora jerezana llevó al director a realizar una búsqueda en Jerez de una joven artista que interviniera en un papel, aún no protagonista pero sí relevante, en la película, además de bailar por bulerías y cantar, dándole la réplica a Marchena, los tangos de Los pimientos morrones. El Diario de Cádiz recogía esta noticia en su edición del 30 de marzo de 1940: "Imágenes para la película Martingala: Ayer se grabaron en nuestra ciudad algunas escenas de la película Martingala, ambientada en nuestra ciudad e interpretada por grandes artistas. Desde Madrid se desplazaron varios técnicos para tomar imágenes de distintos rincones. Cerca del mediodía se grabaron unas escenas en la Alameda, concretamente erca del enorme ficus allí existente. Trabajaron Mary del Carmen y El Niño de Marchena. Numeroso público presenció la grabación siguiendo las instrucciones del director y manteniendo un comportamiento ejemplar".