Leconte conmueve en Venecia con 'A Promise'
El cine más experimental dejó ayer paso al mejor clasicismo en la Mostra de Venecia de la mano del francés Patrice Leconte, que regaló una preciosa historia de un amor imposible llena de emociones, A Promise. Cine de época, espléndidamente rodado, para una historia que se desarrolla en Alemania a comienzos del siglo XX, protagonizada por Rebecca Hall, Richard Madden y Alan Rickman y basada en una novela corta de Stefan Zweig, Viaje al pasado.
"Cuando leí el libro me di cuenta de que me ofrecía la posibilidad de hacer lo que adoro en el cine, una película sobre el amor, los sentimientos, el silencio, lo que no se dice", explicó el realizador francés, que presentó la cinta fuera de concurso.
El director de El marido de la peluquera, que aquí cuenta la historia de un joven que se enamora de la mujer de su jefe, quiso rodar en inglés para trabajar con actores diferentes a los habituales en su cine -Rebecca Hall, Richard Madden y Alan Rickman son los protagonistas- pero siempre permaneciendo en Europa porque le gusta "mantener la sensibilidad europea" en su cine.
Hall señaló que de su personaje le atrajo que es una mujer llena de emociones pero que no encuentra la manera de expresarlas. "Me atraía la idea de interpretar con los silencios", agregó. La actriz también destacó la forma de trabajar de Leconte, quien se ocupa además de manejar la cámara, lo que hace que esté muy cerca físicamente de los actores. "Es algo único y raro" porque está tan cerca de los actores que les transmite su enorme entusiasmo. Algo que también destacó Rickman, que resaltó el hecho de que Leconte "festeje" siempre el trabajo de los intérpretes, a los que da una enorme confianza.
Algo que suscribió Leconte: habitualmente, dijo el realizador, los directores están lejos de los actores, mirando el rodaje a través de una pantalla. "Me da miedo ese alejamiento. Amo a los actores apasionadamente y cuando los quieres y estás cerca de ellos te dan lo mejor de sí mismos".
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