Laura Freixas reivindica el papel de la mujer en la cultura como paso previo a su peso político

Una "joya extraordinaria" para conocer a una de las grandes autoras contemporáneas es, según la abogada Amparo Rubiales, el libro El silencio de las madres, una recopilación de prólogos, críticas y textos de opinión publicados por Laura Freixas a lo largo de los últimos 20 años donde la autora reflexiona sobre la situación de la mujer en el mundo de la cultura. La obra, que se cierra con semblanzas de sus grandes referentes literarios, como Simone de Beauvoir, Carmen Martín Gaite, Virginia Woolf y Marguerite Yourcenar, se presentó ayer en la Pérgola de la mano de la Fundación Alfonso Perales.

Su nuevo libro es un ejemplo del interés y atención de Freixas por las cuestiones de genero desde que, al convertirse en madre, constató el relego de la maternidad como tema literario. Un vacío que explicaría, según Rubiales, la acogida que tuvo la antología de relatos que Freixas coordinó y prologó en 1996, Madres e hijas, cuyo éxito sorprendió incluso a la editorial Anagrama.

Entre los temas del nuevo El silencio de las madres (Aresta), Rubiales y la autora analizaron aspectos como la invisibilidad de las mujeres escritoras, artistas y pensadoras en el canon -y el empeño por combatirlo asumido por biógrafas como Anna Caballé en su proyecto La vida escrita por las mujeres- , las trabas y dificultades que encuentran las creadoras para ser consideradas artistas en lugar de musas, o el hecho de que las mujeres escriban menos poesía y teatro que los hombres. "En la cultura falta una voz: la de las madres pensantes. La sociedad nos educa a las mujeres para no darnos cuenta de que somos invisibles, nos enseñan literatura con manuales donde se silencia tanto la experiencia como la obra de las autoras... Mi literatura es una reacción contra ello porque de la falta de voz de la mujer en la cultura parte su falta de peso político", reflexionó Freixas en Sevilla.