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Kiti Mánver: "La magia del teatro funciona igual que cuando lo inventaron"

La actriz estrenará en Sevilla, este fin de semana, la obra 'El inconveniente', basada en la película homónima

Kiti Mánver. / EFE
Fermín Cabanillas (Efe)

18 de octubre 2022 - 14:03

La actriz Kiti Mánver, que protagoniza El inconveniente, adaptación al teatro de la película homónima, asegura en una entrevista con EFE que obras como esta, que se podrá ver en Sevilla el próximo fin de semana, demuestran que “la magia del teatro sigue funcionando igual que cuando lo inventaron”.

Lo explica a punto de estrenar en la capital andaluza esta obra en tres días consecutivos desde el próximo viernes en el Cartuja Center, sala en la que mostrará la adaptación desde la pantalla de la historia de Lola, la anciana fumadora y bebedora y operada del corazón dos veces que decide vender su casa, pero seguir en ella hasta que la herede quien la compre.

La historia fue llevada al cine bajo la dirección de Bernabé Rico, que ahora es el guionista de un montaje que dirige Juan Carlos Rico, en el que la veterana actriz está arropada en el escenario por Cristóbal Suárez y Marta Velilla.

Para los que vieron la película, hay algunas diferencias a tener en cuenta con respecto al teatro, como que la compradora (Juana Acosta), ahora es un comprador, al que da vida Suárez, que, igual que pasa en la gran pantalla, traba una curiosa relación con la persona que le impide ocupar el piso que ha comprado.

Kiti Mánver (Antequera, Málaga, 1953) confiesa que aceptó enseguida el proyecto de teatro “porque pensé que era un personaje que ya tenía hecho, pero para nada, era totalmente distinto”, y recuerda que El inconveniente es una rareza en el tránsito que ha protagonizado, “porque lo normal es que un éxito en teatro pase al cine, y ahora ha sido al revés”.

Solo hay que estudiar un poco el texto para sacar conclusiones, como la lectura entre líneas que ofrece al espectador este guión, “que muestra el deseo oculto de disfrutar del momento actual, ir tras una zanahoria que nunca llega, y vamos dejando de lado cosas que nos pasan”, y todo ello pisando las tablas y viendo la reacción del público, comprobando “que la magia del teatro sigue funcionando como cuando lo inventaron”.

Pero tras las risas o las reflexiones, “está la historia en su parte social, la de gente que vive sola, que todos conocemos, que tenemos cerca a quien sufre lo mismo que Lola a diario”, en referencia a una mujer aparentemente feliz, pero que no tiene a nadie en quien apoyarse, y que, a falta de herederos, toma la decisión de vender su casa con ella dentro.

“Es la historia de una transacción económica, pero la obra profundiza en muchas cosas, como que son personajes que se pelean y no tienen nada que ver en sus formas de ver la vida”, dice Kiti Mánver, que subraya que los personajes “tienen que aprender a escuchar, que es tan importante, porque escuchamos tan poco a los demás…, y es algo que te puede traer muchas cosas a tu vida”.

Con todo, en el escenario “pasan cosas sorpresivas que son las que demuestran esa tesis de que la vida es eso, que no te entretengas tanto porque puede ser que se te pase el momento que estás esperando”, en el contexto de un guión que es “un dardo que va a los corazones y a las cabezas de la gente, que crea un ambiente de energía maravilloso que va y viene del patio de butacas al escenario”.

La actriz asegura que, hasta ahora, “los que la han visto salen contentos, porque da para pensar, es un texto que te deja un poso para polemizar”, y se felicita de que, a día de hoy, esta “señora de la escena” es “una privilegiada, porque estoy muy bien tratada, y me ha llegado este personaje para hacerlo cuando ha llegado la hora”.

Antes de despedirse, anima a la gente a ir al teatro, a recuperarlo tras la pandemia, porque “el problema no es que tengan miedo a la covid, sino que la gente tiene una tendencia a sentar el culete y ponerse a ver la tele muy peligrosa”.

Con todos estos argumentos, Kiti Mánver se presenta en el Cartuja Center sevillano, en su sala Cite, ideada para el teatro sin megafonía, como siempre se ha hecho, para ver en vivo a Lola, la anciana apartada del mundo y refugiada tras la botella y el paquete de tabaco que encuentra en la gestión de una inmobiliaria una motivación para seguir viviendo entre las cuatro paredes de su refugio en forma de hogar.

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