La Junta descarta exhibir el Carambolo hasta que el Arqueológico se rehabilite
La Consejería de Cultura sostiene que mientras el Estado no habilite una cámara acorazada y acometa las obras, no se expondrá el original del Tesoro · El IAPH restaura 'Vista panorámica del Puerto de Sevilla', del 29
Las declaraciones cruzadas entre las distintas administraciones a propósito de la retirada, por parte de la Junta, del original del Tesoro del Carambolo de su exhibición pública en el Museo Arqueológico de Sevilla suman, desde ayer, un nuevo capítulo. Elia Rosa Maldonado, directora general de Bienal Culturales e Instituciones Museísticas, se estrenó en el cargo frente a la prensa con una declaración que despeja dudas y no invita, precisamente, al optimismo: "Hasta que no se acometan las obras de rehabilitación del Arqueológico y se habilite una cámara acorazada, el original del Carambolo no se exhibirá".
Una posición contraria a la voluntad mostrada en enero por el exconsejero Paulino Plata, que anunció a bombo y platillo que tras 54 años de encierro, el original del Tesoro -que sólo había sido expuesto en cinco ocasiones, la última en 2009 para celebrar los 50 años de su hallazgo- pasaría a exponerse en una de las salas permanentes del museo de la Plaza América. El intento de Plata por una exposición continuada del conjunto de joyas duró lo que duró: de enero a abril. Aunque la ciudadanía no tuvo constancia de que se había sustituido el original encontrado en el cerro de Camas por la réplica del orfebre Fernando Marmolejo hasta bien entrado el mes de julio.
Maldonado no quiso entrar a valorar las pretensiones del anterior consejero y en todo momento habló que lo que Plata expresó en su momento fue la "voluntad de una exhibición continuada". Precisiones semánticas aparte, lo que la directora de Bienes Culturales vino a decir ayer es que el Carambolo precisa de unas medidas de seguridad excepcionales -cuyo coste ascendía a 150.000 euros- que, por ahora, no está dispuesto a asumir el departamento de Luciano Alonso. Razón por la que el original ha sido devuelto a la cámara del banco donde, desde hace décadas, se deposita esta joya fundamental para entender los primeros asentamientos en la Península.
En tiempos dados a los hurtos -en el mundo del arte en España, el más reciente ha sido el caso del Códice Calixtino- Maldonado teme un robo y, acaso peor, la desaparición de la joya como tal: "Un cuadro es dificil de vender y de colocar en el mercado del arte, pero el oro del Tesoro se funde en diez minutos y no se ve más", apuntó en relación al enorme valor que el conjunto, compuesto por 21 piezas de oro de 24 quilates (dos brazaletes, un collar, 16 lacas y dos pectorales con forma de piel de toro), tendría en el mercado negro.
Con esta posición, la Junta da por firme su postura y coloca la pelota en el tejado del Gobierno central, toda vez que es el Estado el titular del edificio y, sobre papel, el que debe asumir el coste de la rehabilitación, cuyo proyecto correrá a cargo del arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra, unas obras que, confía Maldonado, "esperamos que comiencen pronto". Máxime cuando, como se viene denunciando de manera continuada, el museo está a la mitad de su rendimiento, cuenta con una escasa dotación de personal de seguridad y restringe el acceso a visitantes en muchas de sus salas.
Si bien el destino del Carambolo enfrenta, la labor del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico consigue una total sintonía entre profesionales del arte dentro y fuera de nuestras fronteras. En la línea de excelencia que caracteriza sus trabajos, el equipo de Román Fernández Baca ha logrado devolver la luz al óleo Vista panorámica del Puerto de Sevilla, fechado en 1929 y obra del discípulo de Sorolla Santiago Martínez. El cuadro es, según Manuel Fernández, presidente de la Autoridad Portuaria de Sevilla, propietaria del cuadro, "la pintura de un sueño", por tratar de reflejar completo el que debió se "uno de los planes más ambiciosos del Puerto de Sevilla", el del ingeniero Delgado Brackembury. El cuadro, que puede verse habitualmente en la sede central de la institución, ofrece una vista de pájaro de la ciudad, seguramente apoyada en fotografías aéreas de Cecilio Sánchez del Pando entre 1925 y 1927. Así, la Sevilla reflejada en el lienzo por Santiago Martínez, adscrito a la escuela regionalista, muestra todo el Plan de Río diseñado por Delgado Brackembury, algunas de cuyas iniciativas no llegaron a ejecutarse, como una especie de ensenada en el espacio que hoy ocupa el barrio de los Remedios, todas posteriores al plan trazado por el ingeniero Luis Moliní desde 1903.
Técnicamente, la principal dificultad de la intervención -que ha costado 14.000 euros y encargó la Autoridad Portuaria- se ha encontrado en el tercio del lienzo que refleja el casco histórico, sobre en el que, posiblemente por un almacenamiento defectuoso, debió de caer agua de manera continuada además de haber sido recortado para forzar su ubicacion en las escaleras centrales de la Autoridad Portuaria, según explicó la restauradora del lienzo, Amalia Cansino que, junto al historiador Gabriel Ferreras, ha trazado las líneas históricas y artísticas de un cuadro reflejo de una Sevilla hoy distinta.
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