Una revelación de lo jondo
XVI Festival de Jóvenes Flamencos | Crítica
La ficha
*** XVI Festival de Jóvenes Flamencos. Cante: Pedro el Granaíno, Manuel Cuevas González, Lidia Rodríguez, Natalia Marín. Guitarra: Antonio Carrión, Alejandro Fernández Ordóñez, Manuel Herrera Vega, José Manuel Tudela. Baile: Juan Tomás de la Molía, Alejandra Pachón. Palmas: Fali del Eléctrico. Lugar: Teatro Lope de Vega. Fecha: Martes, 21 de mayo. Aforo: Casi lleno.
Pedro el Granaíno ejerció de maestro en la alternativa de los finalistas y ganadores del Concurso de la Federación de Peñas Flamencas de Sevilla. Juan Tomás de la Molía, ganador en la modalidad de baile, es toda una revelación. Con tan solo 19 años es un bailaor maduro, de enorme proyección, lleno de frescura, que se gusta en los marcajes y remates y que se adueña del escenario a fuerza de naturalidad y desparpajo. Pese a su juventud, este intérprete de Trebujena lleva años en los escenarios y esta experiencia se nota. La madrileña Alejandra Pachón es una bailaora diferente. Ha sido la finalista de la modalidad merced a su capacidad de comunicación con el público: nunca le pierde la cara al auditorio, quiere decir cosas y lo hace.
A la final de cante llegaron dos intérpretes de la campiña sevillana. La cantaora de Paradas Lidia Rodríguez cantó seguiriyas y alegrías mostrando la versatilidad de su voz y su capacidad melismática. Poderoso, fiel representante de los cantes de su tierra, Manuel Cuevas González, de Osuna, estuvo rotundo por soleares y cantes mineros, dándolo todo. La guitarra estuvo representada en este festival por un joven de San José de la Rinconada, Manuel Herrera Vega. Era el benjamín del grupo, con solo 16 años, pero mostró autoridad al enfrentarse a un toque por levante de enorme exigencia técnica, con un trémolo poderoso. También mostró su gusto para el acompañamiento al cante al tocarle a Cuevas. Por su parte, el utrerano Alejandro Fernández Ordóñez llevó a cabo un solo por alegrías.
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