Intriga, arte y humor contra "la fascinación que aún ejerce la Guerra Civil"

Eduardo Mendoza defiende, al presentar 'Riña de gatos. Madrid 1936', que "el primer día de rebajas de El Corte Inglés es más interesante que cualquiera de la contienda"

Eduardo Mendonza.
Eduardo Mendonza.
Charo Ramos / Barcelona / Enviada Especial

17 de octubre 2010 - 05:00

Con su imperturbable elegancia, el escritor barcelonés Eduardo Mendoza desveló ayer algunas de las claves de Riña de gatos. Madrid 1936, la novela ganadora del Premio Planeta 2010 y en la que, desde el propio título, ofrece su visión de cómo se gestó la guerra civil española. "Me gustan los títulos incómodos, dobles, como éste. Lo de la riña me sugiere una imagen fuerte: los gatos cuando pelean lo hacen de verdad. Sacan unas uñas que dan miedo, gritan, generalmente en un callejón oscuro por la noche y su lucha es breve y violenta".

Y es que el primer acercamiento de Mendoza al tema más recurrente de la literatura española contemporánea se salda con un notable esfuerzo "por ofrecer un punto de vista distinto". "Hemos superado ya ese momento histórico y sin embargo lo arrastramos con una mezcla de interés, horror y fascinación pensando, equivocadamente, que fue un momento más interesante que el actual. Pero comparado con cualquier jornada de la guerra civil, el primer día de rebajas de El Corte Inglés es mucho más interesante. Aquí he querido luchar contra esa fascinación, sin falta de respeto, pero ¡al trastero con ella!", subrayó el autor.

En su nueva novela (de la que Planeta pondrá a la venta 210.000 ejemplares el próximo 5 de noviembre) se entrecruzan personajes ficticios e históricos "como en aquellas películas de Disney donde actores y dibujos animados cantaban juntos". El protagonista principal es un inglés despistado que tiene la mala suerte de venir a tasar un supuesto velázquez en la primavera de 1936. "Es un personaje típico mío que viene de fuera, al que sólo le interesan el arte y las mujeres ("un hombre que me representa, lo digo porque siempre me hubiera gustado ser inglés", apuntó entre risas) y que se encuentra metido de repente en un mundo del que desconoce muchas cosas".

En su peripecia, el extranjero intimará con personajes de la máxima relevancia histórica. "Principalmente con José Antonio Primo de Rivera, un personaje curioso porque todo el mundo sabe quién es pero casi nadie lo conoce, ni sabe lo que hacía ni cuál era su pensamiento. Mi juicio de valor no es muy positivo pero tampoco negativo. Los historiadores coinciden en que era un memo pero que ha sido la columna vertebral del país durante 40 años. Y de ahí surge la novela, de querer saber qué pasó, cómo se gestó todo eso".

"La literatura, antes que narrar la realidad, lo que hace es transformarla. Nuestra percepción nos viene dada por el aprendizaje de nuestra experiencia, por nuestras lecturas, por el cine, los periódicos, la televisión…La literatura crea la realidad y en el momento de crearla contribuye a su cambio. Por eso, la visión de ahora de la contienda no tiene nada que ver con la que tenían los autores de los años 40".

Aunque Riña de gatos ronda la guerra civil, y cuenta entre sus caracteres secundarios con Francisco Franco y Queipo de Llano, la obra es para su autor, principalmente, "una novela de intriga" en la que persigue la empatía entre los personajes y el público. "Las novelas funcionan por identificación. Si el lector no vive de alguna manera las emociones de los personajes la obra no funciona. Y por el hecho de identificarse con ellos, tiene que tomar posiciones", concluyó.

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