India, vista para sentencia

TRIBUNAL. Drama, India, 2014, 116 min. Dirección y guión: Chaitanya Tanhane. Fotografía: Orinal Desai. Música: Sambhaji Bhagat. Intérpretes: Vira Sathidar, Vivek Gomber, Geetanjali Kulkarni, Usha Bane, Pradeep Joshi.

Desde la India, y en unas formas minimalistas, distanciadas y elípticas, Tribunal viene a sumarse al catálogo del world cinema de autor con una mirada irónica, silenciosa, parabólica y pausada a los agujeros y anacronismos del sistema judicial indio que dejan entrever una crítica a la falta de libertades y carencias democráticas de un país aún atrapado entre la tradición, el legado postcolonial y su pujanza como nueva potencia emergente en la economía globalizada.

El debutante Tanhane apuesta por las escenas largas, los planos sostenidos y un interesante formato panorámico como estrategias de puesta en escena que obligan a mirar, observar y escuchar atentamente. Su historia es simple y no necesita de muchos subrayados dramáticos: un maestro, cantante en sus ratos libres, es acusado de haber incitado al suicidio de un joven trabajador después de que éste escuchara alguna de sus canciones-protesta en una actuación en vivo.

Tribunal nos lleva pronto, casi como si de una película de Makmalbaf o de Panahi se tratara, por los vericuetos y rutinas de las vistas orales, el juicio y las respectivas vidas cotidianas del abogado defensor, la fiscal y, finalmente, del juez, en un retrato a tres bandas que se nos antoja diagnóstico social de un país que aún no ha superado viejos atavismos y diferencias de clase y género que perviven en la superficie y en las estructuras más profundas de la familia, el trabajo, la política y las relaciones sociales.

Tal vez pueda acusársele de ser un calculado producto de laboratorio para la exportación y el recorrido festivalero (Venecia, Bafici), pero no por ello deja de ser menos revelador y agudo, abierto siempre al humor sutil y a la inteligencia de su interlocutor, en su mirada a una realidad desconocida pero reconocible que en nada se parece a los mundos de ficción y fantasía que han hecho del cine indio de Bollywood una moda de bazar para amantes del exotismo y los colorines.