Ideas contra la falta de espacio
La editorial sevillana Vib[]k se estrena con 'Arquitecturas colectivas', donde se analiza una de las iniciativas de Santiago Cirugeda para crear una red de lugares autogestionados junto a asociaciones y colectivos ciudadanos
En febrero de 2007, después de ofrecer una conferencia en Zaragoza, Santiago Cirugeda supo, tras una charla con un representante de la Sociedad Municipal de la capital aragonesa, que su Ayuntamiento planeaba mandar al desguace los módulos prefabricados que habían servido como viviendas temporales a varias familias gitanas que estaban ya a punto de ser realojadas en casas de protección oficial. Pronto el estudio-colectivo del arquitecto sevillano, Recetas Urbanas, realizó las gestiones necesarias para ofrecer esos materiales -42 contenedores- a cooperativas, colectivos y asociaciones de todo el país interesadas en reutilizarlos.
Así nació el proyecto Camiones, Contenedores, Colectivos, un complejo proyecto de cooperación ciudadana desarrollado en diversos puntos de la geografía española que se analiza en el libro Arquitecturas colectivas, la primera referencia de la editorial sevillana Vib[]k (www.edicionesvibok.net). El nuevo sello, dirigido por Paula V. Álvarez Benítez, ha sido seleccionada para participar en la experiencia piloto de la Factoría de Innovación de la Escuela de Organización Industrial.
El volumen, con una sofisticada maquetación a cargo del estudio de diseño hispalense Buenos Días y que se publica en edición bilingüe (español e inglés), es un ensayo colectivo que propone una reflexión no sólo sobre las prácticas concretas de Cirugeda, sino también sobre qué papel pueden jugar los arquitectos en un contexto determinado por múltiples y poderosos intereses y que privilegia por un lado la aparición de arquitectos-estrella "como marcas que producen plusvalías no sólo simbólicas", y por el otro el brillo social de "elementos formales característicos de las vanguardias que han sido vaciados de sus contenidos y reconvertidos en elementos de clase"; y que se alimenta de la "constante institucionalización (al servicio de las administraciones públicas) y la complicidad con el ladrillo".
Así las cosas, Álvarez Benítez, autora de uno de los textos, defiende la vía hacia esa otra arquitectura que representan los "ensayos realistas, empíricos y divulgativos" de Cirugeda. Con un pie en la arquitectura de guerrilla (pacífica) contra las maniobras especulativas -son ya más que célebres su astucia y tenacidad para hallar resquicios legales- y otro bastante cerca en ocasiones del arte conceptual.
Pero Cirugeda no sólo invita a repensar cuestiones esenciales como los orígenes de la práctica arquitectónica, la optimización de costes y la adecuación de los proyectos a su funcionalidad, señala la editora. También defiende una arquitectura de código abierto, como él la llama, al dejar a disposición de quien lo quiera en la web de Recetas Urbanas toda la información necesaria sobre los protocolos necesarios para llevar a cabo los proyectos en los que ha participado, instrucciones de montaje, documentados consejos jurídicos y consejos de seguridad incluidos.
Arquitecturas colectivas se ofrece al lector como una inmersión teórica y práctica en los planteamientos radicales de Cirugeda, que defiende la autogestión de los espacios por parte de sus usuarios como la mejor garantía de su "viveza y durabilidad". Entre los materiales que completan el libro se encuentran dos extensas entrevistas, una al propio Cirugeda, realizada por algunos miembros de las doce asociaciones participantes en Camiones, Contenedores, Colectivos, y la otra de Álvarez Benítez a la socióloga holandesa Saskia Sassen, profesora de la London School of Economics especializada en asuntos urbanos. Como documentos anexos, la edición ofrece cinco amplias fichas desplegables con imágenes e información sobre algunos de los resultados más significativos del proyecto, entre ellos un centro sociocultural multiusos en Castuera (Badajoz), la sede de un estudio de arquitectura en Arbúcies (Gerona) o una oficina de información y asesoría gratuita sobre viviendas alegales en azoteas que se instaló en Barcelona.
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