Hugh Thomas reconstruye en un libro la visita a España de Beaumarchais
El hispanista retrata la ambiciosa personalidad del autor de 'El barbero de Sevilla' y 'Las bodas de Fígaro' · El dramaturgo nunca estuvo en Sevilla pese a que la ciudad inspiró sus obras más célebres
Pierre-Augustin de Beaumarchais (París, 1732-1799) eligió la capital hispalense como inspiración para sus obras El barbero de Sevilla y Las bodas de Fígaro, el material dramático que sirvió de base a Rossini y Mozart para sus óperas. Con estos textos, el autor contribuyó a forjar el mito de una ciudad que, paradójicamente, nunca había pisado: donde residió Beaumarchais, por un tiempo, fue en Madrid.
Esta contradicción avivó la curiosidad del hispanista Hugh Thomas, que dedica su último ensayo, Beaumarchais en Sevilla, a ahondar en algunas de las claves de este personaje de biografía aventurada. El libro sale a la venta coeditado por Planeta y la Fundación José Manuel Lara.
¿Habría mantenido la fascinación por Sevilla Beaumarchais de haber visitado la provincia? Thomas cree que no. "Probablemente, si todos esos autores que tomaron Sevilla como escenario de sus obras hubiesen venido, no hubiesen escrito sobre ella. Necesitaban una ciudad encantada, misteriosa. El mito de Sevilla fue creado por gente que no conocía la ciudad".
Thomas describe a un tipo al que mueven la ambición y su olfato para los negocios: hijo de un relojero con voluntad de medrar, acusado por sus amigos de envenenar a su esposa -de una de las propiedades de ésta tomó el apellido que le haría célebre-, logró introducirse en la corte de Luis XV y hacerse en primer lugar con el cargo de profesor de arpa de las hijas del monarca y más tarde con el de secretario del rey. Pero una carta de España que le cuenta el agravio que ha sufrido su hermana -su prometido, José Clavijo y Fajardo, ha renunciado al matrimonio- pone a Beaumarchais rumbo a España...
"Encontró en Madrid una animada vida social, con tertulias en las casas y una economía interesante gracias a las conexiones con las Indias... También le deslumbraron los sainetes que vio, y que influirían en su obra", explica Hugh Thomas sobre la estancia de Beaumarchais en la capital de España, donde el intelectual descubre que "le interesan más los sainetes que las tragedias".
En su personaje de Fígaro, Thomas vislumbra que Beaumarchais vuelca algo de sí mismo, la astucia de un hombre que pudo ascender pese a no haber nacido en una posición privilegiada. "Fígaro es más listo que su amo, más inteligente que el conde, pese a ser de una clase inferior", expone Thomas, que prefiere definirse como "periodista y escritor" antes que como hispanista.
Al contrario que su personaje, Hugh Thomas sí conoce Sevilla en profundidad. "Es una ciudad fascinante", afirma, e ilustra su admiración con un dato inesperado: ha visto, según cuenta, "27 cofradías de Semana Santa". Por su cabeza ronda la idea de dedicarle un día un homenaje literario. "Sí, creo que algún día haré algo sobre Sevilla. Pienso que escribiré un libro sobre las ciudades que adoro. Entre ellas están, además de Sevilla, Madrid, Barcelona y Sanlúcar de Barrameda".
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