Hipólito 'versus' Merlo, un placer

Autor: Jordi Galcerán. Dirección: Gerardo Vera. Intérpretes: Carlos Hipólito y Luis Merlo. Escenografía: Alejandro Andújar. Iluminación: Juan Gómez Cornejo. Audiovisual: Álvaro Luna. Producción: Nicolás Belmonte, Carlos J. Larrañaga y Marisa Pino. Lugar: Teatro Lope de Vega. Fecha: Jueves, 22 de mayo de 2014. Aforo: Completo.

Jordi Galcerán (El método Grönholm) vuelve a demostrar con El crédito que domina las claves dramatúrgicas y que posee una sabiduría innata para escribir diálogos chispeantes y cercanos al espectador. Estamos ante una excelente comedia que arrebata desde su comienzo construyendo una hipérbole con dos personajes (los presentes) complementados por otros tres que se comunican con ellos por teléfono y por whatsapp y que, a la postre, se convertirán en determinantes en el desarrollo de la trama.

Únicamente cuestiono el punto de partida. La confrontación entre Carlos Hipólito (director de banco) y Luis Merlo (solicitante del crédito) bien podría haber sido una entrevista entre un empresario y un buscador de empleo o entre cualquiera que ostente poder y otro que requiera ayuda. Pero Galcerán se sirve de la actualidad, sólo como gancho, para luego abandonarla y meterse de lleno en una comedia donde se desgranan, como en las clásicas y las posteriores altas comedias, las vicisitudes entre enamorados, donjuanes, un demodé sentido del honor y el miedo a los cuernos donde tampoco falta un cierto tufillo machista.

La pieza, salvado ese engañoso comienzo del que se espera una crítica social, funciona como un reloj y una vez entrado en ella uno disfruta de situaciones que rozan el absurdo pero que salen a flote gracias a la inefable autoridad de Galcerán como escritor.

Si a ello sumamos la acertada dirección de Gerardo Vera, que se sirve de un audiovisual para dar profundidad y actualidad pero que se centra en otorgar el protagonismo absoluto a sus dos intérpretes, Carlos Hipólito, soberbio en todos sus registros, él es quien sufre la transformación, y Luis Merlo, una especie de ángel/demonio venido a provocar con engañosa inocencia, estamos, como dijimos al principio, ante la comedia quasi perfecta.