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Hidalgo y emigrante

Crítica de Teatro

Rosalía Gómez

28 de diciembre 2016 - 02:34

Don quijote en la pateraHHHHH

Teatro Clásico de Sevilla. Texto:Alfonso Zurro. osé Manuel Martínez Melero, violín. Dirección: Antonio Campos. Intérpretes: Javier Berger, Juanfra Juárez y Javier Centeno. Escenografía: Kurt Allen Wilmer. Iluminación: Florencio Ortiz. Vestuario: Eva Moreno. Música: Jasio Velasco. Lugar: Teatro Central. Fecha: Martes, 27 de diciembre. Aforo: Tres cuartos de entrada.

No resulta fácil afrontar un personaje novelesco de la complejidad de Don Quijote sin reducirlo a una simple caricatura; y mucho menos adaptarlo para la infancia. El Teatro Clásico de Sevilla, sin embargo, sin demasiado bagaje aún en el teatro para niños, cuenta con un equipo de profesionales que le ha permitido salir airoso de este comprometido reto. Así lo prueba el éxito obtenido con esta pieza que, antes de arribar al Central, se ha presentado en plazas tan significativas como el pasado Festival de Teatro de Almagro.

A partir de la única peripecia marina de Don Quijote (en la segunda parte, cuando él mismo es consciente ya de que es un personaje famoso gracias al éxito de la primera parte), Alfonso Zurro ha escrito unas pintorescas aventuras, enriquecidas con toques de humor local y alusiones a la situación actual del Mediterráneo y de sus emigrantes. Un vívido texto que, gracias a la eficacísima escenografía del premiado Curt Allen Wilmer y al dinámico y estupendo trabajo de los tres actores, se convierte en una pieza extremadamente visual que roza casi el mundo del cómic.

Con su barquito de papel, su interior de ballena y sus muñecos que figuran los muchos niños que viajan en las pateras, ese mundo de color y de movimiento es precisamente el que logra atraer a unos niños que no pueden comprender el alcance sociológico o político de muchas de las frases, situaciones y personajes (como el mafioso) de la obra.

El trío de actores constituye una baza fundamental. Frescos y creíbles tanto Berger como Juárez en la piel de la pareja protagonista, y en verdad extraordinario Javier Centeno, que tirando de su vena de clown, interpreta con distintos registros a cinco personajes y pone música y movimiento a toda la historia.

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