"No hay nada más romántico que un pueblo musical se libere a través de la música”
Entrevista a Beatriz Luengo y Yotuel Romero
Cuba podría ser protagonista hoy en la gala de los Grammy Latinos si el documental ‘Patria y Vida. El poder de la música’, dirigido por Beatriz Luengo, logra el preciado galardón
Valentía, compromiso y sensibilidad. Tres adjetivos que resumen la esencia profesional y personal de dos artistas, unidos por la música, por la lucha por los Derechos Humanos y por el matrimonio, como Beatriz Luengo y Yotuel Romero, que han hecho de su profesión un grito de paz contra la represión en Cuba. Con Patria y Vida, el poder de la música, nominada a los Grammy Latinos como Best Long Video, primera incursión de la compositora y cantante en la dirección, cuentan al mundo cómo se creó el famoso tema que remueve los cimientos sociales en Cuba.
–Patria y Vida se ha convertido en todo un himno a la libertad. Es para sentirse orgulloso.
–B. L. Por muchas razones. Estamos en un momento en el que todo el mundo habla del algoritmo, mientras que nosotros pensamos que la música es un transformador social. Llevamos años por separado luchando por eso. Siempre he pensado en la cantidad de cosas que desde la música se puede hacer. Cuando llega Patria y Vida no teníamos playlist ni radio featuring, y todos creían que esto era un suicidio. Decían: “Una canción de Derechos Humanos a quién le importa”, y de repente te vuelves portada del New York Times, Washington Post, Wall Street Journal y The Economist, con 500 millones el visualizaciones en TikTok, nos recibe el presidente Biden, ganamos el Grammy a la Canción del Año y el de Mejor Canción Urbana... Pero lo que me emociona es la cantidad de personas que después han utilizado la música como plataforma para hablar de sus derechos no adquiridos por el camino que abrió Patria y Vida, así que es un logro.
–Y. R. Por el lado de Cuba, es increíble poder transformar ese patio muerto en busca de esa libertad que cuenta con embarcaciones diferentes, con banderas diferentes. Patria y Vida unificó a toda la lucha en un solo grito.
–Dan un giro a esa “Patria o Muerte” revolucionaria cambiado la muerte por la vida y la o por la y.
–Y. R. Vida, porque somos patria. Venimos de “Patria o Muerte”, donde esa o dice mucho de ellos. O tú o yo. O tu raza o la mía. Patria y Vida es inclusivo, y a eso le temieron ellos. Pero, ¿por qué no tener una Cuba de todos? Donde todos quepamos aunque pensemos diferente. Y eso es lo que el pueblo interiorizó en su corazón. Por primera vez en 63 años, ese 23 de julio de 2021 la gente salió la calle. Yo nunca había visto esa forma de gritar pidiendo el fin de la dictadura: “Patria y Vida, Patria y Vida”. ¡Cuánto poder tiene la música, cuánto poder tienen las palabras! Por eso estoy convencido de que pronto tendremos esa libertad porque encontramos un motivo por el que vivir.
–Cómo explican esa reacción tan brutal de la sociedad cubana y esa repercusión mediática.
–Y. R. Lo que ocurre en Cuba era un sentimiento ausente, y el que iba decía: “¡Qué pobrecita esta gente!”.
–B. L. Hay que decir que Cuba no tuvo internet abierto hasta 2018. Tenían internet, estaba establecido el sistema, pero no para la gente porque tenían miedo a la información. Entonces el único mensaje que salía para fuera de Cuba era qué bonitas son las playas, qué feliz es la gente y el mojito, y sin embargo había detrás una realidad muy triste, con un país con mucha gente sufriendo. Lo bonito de este documental son las piezas que siento que tienen valor en el tiempo. Que dentro de 20 o 30 años, cuando alguien quiera saber, no solamente sepa lo que pasaba en Cuba sino cómo en 2020 se pudo hacer una revolución a través del arte con las herramientas de 2020, que ahora mismo son TikTok, Facebook o Youtube. Herramientas que nosotros hemos tenido para poder explicar lo que estaba pasando y, lo más importante, es que no era nuestra opinión. Es la gente en masa diciendo: “Esto me pasa a mí y esto a mí”. Por primera vez Cuba, con internet, compartiendo el hashtag, era para ellos una manera de decir: “Por favor, queremos ser escuchados” y esto para nosotros ha sido muy mágico, no lo esperábamos.
–¿Hay mucho desconocimiento de la realidad cubana?
–B. L. En España la gente ama Cuba, pero desafortunadamente todavía no tienen el contexto exacto.
–Y. R. Cuando van y le preguntan realmente al pueblo, el pueblo les dice la verdad. Ahí está ese encuentro entre lo que esperaban y la realidad. Mucha gente me decía que ya era hora de que Cuba despertara. Si uno no dice me duele aquí, nadie sabe dónde te duele. Y eso es lo que pasó con Patria y Vida, dijeron: “Me duele, me duele, queremos ser libres”. Salió el pueblo. Nada puede cambiar un país más que la propia gente y eso es lo que Patria y Vida impulsó. No tengas miedo a hablar. –B. L. Nos preguntó un periodista que de dónde viene todo. Y le contesté que desde el amor y del contexto. Mi finalidad era simplemente contextualizar desde el lugar más pulcro que podíamos. No se propone nada en el documental que no se pueda demostrar desde el otro lado. No es mi opinión, es lo que está pasando de una manera cruda y viene desde el amor.
–¿Cómo afectó el documental a sus vidas?
–B. L. La primera de las razones por las que yo empecé a filmar todo lo que nos estaba pasando era el miedo. Empezamos a recibir amenazas. Me dije que cómo podía ser posible que una compositora como yo, embarazada, además de siete meses cuando sale la canción, pueda estar recibiendo estos mensajes de personas que simpatizan con el régimen, y empezamos a tener protección policial. Eso es algo que yo nunca en la vida pensé que me iba a pasar. Entonces el miedo fue el motor para empezar a grabar esto, pero fue el amor el que termina este documental.
–Como en Francia, ¿“el pueblo se mueve por hambre y por miedo”?
–B. L. Al pueblo cubano le han quitado tanto que hasta le han quitado el miedo. No tienen nada que perder. Para las imágenes de Cuba, como nos habían pinchado los teléfonos, el chico que nos las traía tuvo que cruzar por Nicaragua hasta EEUU jugándose la vida. Le metieron preso porque supieron que estaba grabando para el documental. Es surrealista, pero hay que destacar que esta no es una canción que invite a la violencia. Nada legal a nivel mundial avala que estén presos.
–Es la primera vez que se inicia un movimiento desde la música.
–B. L. Sí, es verdad que por primera vez la música ha levantado un movimiento claro, que una revolución nace de una canción y además en el contexto de un país que lleva 64 años en una dictadura donde no tienen permitido salir a la calle.
–Con leyes como la de los niños...
–B. L. Tienen muchas herramientas. Si tus hijos no reciben la mentalidad, te los quitan. Al final nuestra lucha son esos niños.
–Un pueblo tan musical, con exponentes de la canción protesta como Pablo Milanés o Silvio Rodríguez, se ha visto desfogado con Patria y Vida.
–Y. R. No hay nada más romántico que un pueblo musical se libere a través de la música. Cuba respira música por todos los lados y Patria y Vida es esa canción que, usando el hip hop como base, lanzó un mensaje histórico y cambió los corazones de todos los cubanos.
–B. L. Es de lo más bonito que nos ha pasado. Que gente como Chucho Valdés o Gloria y Emilio Estefan sintieran orgullo.
–¿Qué mirada hay desde Cuba al resto del mundo?
–Y. R. El cubano se siente abandonado porque no había un contexto. Internet fue importante. 60 años sin red contra cuatro con internet. Imagínate, 60 años en que todo está controlado. Todo lo que se decía de Cuba era impoluto, todo estaba bien. Es cuando arranca internet cuando se sabe cuántos dejan Cuba, que no nacen niños... Cuba no quiere que el mundo se compadezca pero sí que rectifique. No es solo un paraíso, sino una dictadura totalitaria.
–B. L. Sienten que hay una idea romántica sobre Cuba. Hay una narrativa que han tratado de contar de que si estás con Cuba, estás con el régimen, y si no estás con el régimen, estás contra Cuba. Patria y Vida demuestra que si estás con Cuba estás con el pueblo de Cuba.
–¿La canción intenta transmitir la idea de unificar a los cubanos?
–B. L. Patria y Vida no es una idea política, es una idea de Derechos Humanos, es una democracia para la isla, es la ilusión de que mañana pueda haber partidos y de que personas con diferentes ideologías se pongan en las urnas y el pueblo decida la dirección a seguir. El mensaje es empoderar a la gente.
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