Alhambra Monkey Week
La cultura silenciada
EVA DÍAZ PÉREZ | ESCRITORA Y PERIODISTA
Eva Díaz Pérez (Sevilla, 1971), Premio Málaga de Novela, finalista del Nadal y merecedora de otros muchos reconocimientos, es desde 2019 la primera mujer que dirige el Centro Andaluz de las Letras. La autora de Memoria de cenizas o El color de los ángeles siempre ha destacado por su calidad literaria y su modo, original y riguroso, de abordar la novela histórica. Ahora rinde homenaje al humanista Elio Antonio de Nebrija en el año de su V Centenario con El sueño del gramático, que ha editado la Fundación Lara. Con motivo del adelanto editorial que publicamos, avanza aquí algunas claves de la obra, que llegará a las librerías el próximo 2 de marzo.
-¿Qué perfil de Nebrija revela su nueva novela?
-En El sueño del gramático quería dedicarle un homenaje a quien escribió la primera Gramática castellana, pero del que el gran público sabe bien poco. Quería que la literatura sirviera como artefacto divulgativo para quien tuviera curiosidad sobre este gran personaje de nuestra Historia. La novela muestra la rabiosa modernidad de alguien que vivió hace más de cinco siglos, pero que fue un precursor que se anticipó a muchas realidades que ahora estamos viviendo.
-¿Qué escenarios y pasajes de su vida cobran un relieve mayor en estas páginas?
-Es una novela de viaje, el viaje de una epopeya intelectual. Nebrija nació en Lebrija, un lugar en el corazón de la Bética que marcará su vida por su legado latino. En la novela es el lugar de la nostalgia, igual que la Sevilla que se convierte en capital del asombro con el Descubrimiento de América. Al mismo tiempo, se sitúa en Salamanca -la Atenas de la España de la época- donde será catedrático de su prestigiosa Universidad. Hay en Nebrija una historia de amor y odio con esta ciudad en la que será muy feliz, pero en la que sufrirá una gran afrenta que simboliza el trato que este país da a sus intelectuales. También se recorre la Italia en la que está surgiendo el Renacimiento. Estudió en Bolonia, pero hay lagunas documentales que aprovecho para crear la ficción histórica de que pudiera haber viajado a Venecia, donde descubrirá el nuevo invento de la imprenta, y también por algunas cortes renacentistas. Otros lugares son los señoríos de Extremadura donde, gracias al mecenazgo de don Juan de Zúñiga, pudo disfrutar del sosiego y el tiempo para escribir la Gramática y los diccionarios. Y Alcalá de Henares en cuya Universidad, impulsada por Cisneros, permanecerá hasta su muerte en 1522.
-¿Qué legado nos ha dejado el gramático?
-Gracias a su Gramática convierte al castellano en la primera de las lenguas vulgares en estar sujeta a reglas, como ocurría con las lenguas cultas: el latín o el griego. Fue una audacia incomprendida en su tiempo porque nadie entendía la necesidad de fijar esas normas dado que era una lengua vulgar que todo el mundo aprendía sólo con oírla en su infancia. Hasta mucho más tarde el resto de lenguas vulgares no tendrá una gramática. Él usó la gramática para plantar batalla contra los que aún permanecían anclados en los saberes medievales. Por eso trae la modernidad del Renacimiento a España. La revolución nebrisense se demuestra en otros aspectos: impulsó el nacimiento de la imprenta en España, fue pionero en la defensa de los derechos de autor y un hombre del Renacimiento al dedicarse también a la Cosmografía, la Historia o la Medicina.
-¿Cómo conecta esta figura con su interés como autora por los heterodoxos?
-Siempre me han interesado las periferias de la Historia llenas aún de penumbras y Nebrija pertenece a ese territorio, a pesar de su posteridad y la fama en vida. Por ejemplo, sufrió un proceso inquisitorial por su participación en la Biblia Políglota de Cisneros. La carta en la que lamenta el proceso es un admirable elogio de la libertad de pensamiento. Uno de los grandes textos de nuestra historia, increíblemente poco conocido. Un texto a la altura de otros ilustres heterodoxos sevillanos como Blanco White o Chaves Nogales.
También te puede interesar
Alhambra Monkey Week
La cultura silenciada
Las chicas de la estación | Crítica
Los escollos del cine de denuncia
Solas | Crítica de danza
Carne fresca para la red
Lo último