Los Premios Goya eligen Sevilla como sede de su próxima edición
Cine
El presidente de la Academia Mariano Barroso desvelará este martes detalles de la gala, que estará presentada por Silvia Abril y Andreu Buenafuente
Los Premios Goya, que se entregan habitualmente en Madrid y sólo en una ocasión, en el año 2000, se trasladaron a Barcelona, celebrarán su próxima gala en febrero en Sevilla. En un acto programado para este martes al mediodía en el Ayuntamiento de Sevilla, en el que participan tanto el presidente de la Academia de Cine Mariano Barroso como el vicepresidente primero Rafael Portela, se desvelarán los detalles de una ceremonia que presumiblemente será en Fibes, el escenario que había ofrecido el Consistorio, aunque tampoco habría que descartar el Cartuja Center CITE, donde el pasado 18 de junio se concedieron los Premios Max de las artes escénicas.
El pasado junio, cuando Mariano Barroso fue elegido nuevo presidente de la Academia, el director –que ha estrenado recientemente la serie El día de mañana en Movistar– adelantó que junto a Madrid había dos ciudades “muy potentes” que se ofrecían a acoger la gala. Poco después, en un encuentro con representantes del sector audiovisual, el alcalde Juan Espadas señalaba Fibes como la elección idónea para estos galardones. No será la única cita que la ciudad mantenga este año con los profesionales del séptimo arte, ya que en diciembre acogerá los Premios del Cine Europeo. En 2017, el Teatro de la Maestranza ya albergó los Premios Forqué, que promueve la Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales (Egeda).
Un detalle que ya se conoce de los próximos Goya serán sus presentadores, la pareja formada por uno de los comunicadores más respetados del país, Andreu Buenafuente, y una actriz cómica, Silvia Abril, que ahora está en los cines con la película El mejor verano de mi vida y cuya popularidad subió enteros tras su participación en el programa de cocina Masterchef Celebrity. “No estamos inventando nada nuevo. Andreu es un showman y Silvia una showwoman, y los dos son fantásticos”, dijo Barroso en junio. Abril, por cierto, ya presentó el pasado año las galas del Festival de Cine Europeo de Sevilla (SEFF).
Barroso explicó en una entrevista reciente con Europa Press que la academia estudiaba un nuevo “concepto de la gala”. El objetivo, según indicó, es “reivindicar” el cine español en una gala que, tal y como lamentaba, todo el mundo parece saber cómo hay que organizar, “como pasa con el fútbol o con la política”. Así, recordó que durante el último año se abrió la gala a concurso y se optó por el proyecto que “sobre el papel parecía más sólido”, el que lideraban Ernesto Sevilla y Joaquín Reyes, pero por los insatisfactorios resultados –las críticas de aquel show fueron nefastas– decidieron volver a la fórmula anterior y organizar el proyecto “desde dentro”.
En cuanto a los posibles cambios, Barroso también avanzó que se está hablando de agrupar la entrega de ciertos premios con el fin de hacerlo “más ágil”, aunque descarta eliminar ningún galardón. “La gala tiene que ser muchas cosas a la vez y esa es una de sus complejidades”, concluía el director, que reemplaza a Yvonne Blake en el cargo y que busca “hacer una Academia abierta, un lugar que acoja a todos los cineastas”.
En Madrid, los Goya han tenido diferentes ubicaciones –el Palacio de Congresos, el Teatro Real o el Hotel Auditorium–, pero sólo una vez los premios se mudaron a otra ciudad, Barcelona, en el año 2000. En esa edición, Almodóvar conquistó los principales reconocimientos con Todo sobre mi madre, pero hubo una fuerte presencia andaluza gracias a Solas, de Benito Zambrano, que se impuso en las categorías de director novel, guión original, actriz de reparto (MaríaGaliana), actriz revelación (Ana Fernández) y actor revelación (Carlos Álvarez-Nóvoa).
Títulos como Las distancias, de Elena Trapé, Todos lo saben, la producción española de Asghar Farhadi, El reino, de Rodrigo Sorogoyen, Petra, de Jaime Rosales, Quién te cantará, de Carlos Vermut o El árbol de la sangre de Julio Medem son algunos de los trabajos que suenan ya para entrar en las candidaturas de los Goya y tomar el relevo a La librería, de Isabel Coixet, la cinta ganadora en la edición del pasado febrero.
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