Geopolítica y poesía

Sevilla/Procedente de la última Documenta de Kassel, llega a Sevilla la obra de la aclamada artista marroquí Bouchra Khalili (Casablanca, 1975). Proyectada internacionalmente gracias a las bienales de Sidney (2012), Moscú y Venecia (2013), su producción se ha mostrado individualmente en museos como el MOMA de Nueva York, el Macba de Barcelona y el Palais de Tokyo de París. Desde ayer y hasta el 4 de marzo el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo ofrece la más amplia selección de su obra, un recorrido que abarca trabajos fechados entre 2008 y la actualidad y que coproduce el Jeu de Paume de París, donde se verá entre junio y septiembre de 2018.

Los proyectos que han elegido los comisarios y directores de los dos museos organizadores, Juan Antonio Álvarez Reyes (CAAC) y Marta Gili, transitan entre la fotografía y el vídeo. Son ensayos visuales que priman las historias personales derivadas de las migraciones, la teoría crítica con el colonialismo y la necesidad de repensar la utopía.

El recorrido expositivo, que no es cronológico, se abre con la serie de 2015 Foreign Office (Ministerio de Asuntos Exteriores) en la que vídeos, fotografías y serigrafías recuperan unos años cruciales para Argelia cuando, entre 1962 y 1972, el país norteafricano se convirtió en la "meca de los revolucionarios" y acogió las representaciones de numerosos movimientos de liberación de África, Asia y el continente americano, como la Sección Internacional de los Panteras Negras de Eldridge Cleaver, el CNA de Mandela o el Partido Africano para la independencia de Guinea y Cabo Verde fundado por Amílcar Cabral. "En su obra, Khalili mezcla lo personal con la reflexión política y filosófica. Esta serie, por ejemplo, vincula la emancipación con la poesía y reflexiona sobre cómo transmitimos la historia", analiza Álvarez Reyes.

A continuación, los comisarios han ubicado una de las piezas más conocidas de la artista, Proyecto de mapas de viaje (The mapping journey project, 2008-2011), una instalación de ocho vídeos donde distintas personas que se han visto obligadas a cruzar las fronteras ilegalmente reconstruyen con sus voces sus terribles experiencias desde sus países de origen y crean una cartografía alternativa. Cada vídeo recoge una única toma estática donde una mano va dibujando sobre un mapa los viajes emprendidos. Uno de ellos arranca en la ciudad marroquí de Beni Mellal y atraviesa España, con diversas idas y venidas entre Almería, Alicante y Gerona, hasta que, tras cruzar la frontera, prosigue por Francia y Bélgica hasta concluir en la ciudad holandesa de Utrecht. Como colofón a este proyecto, la serie Constelaciones (2011) representa en ocho serigrafías sobre aluminio los recorridos descritos por los inmigrantes como si fueran las constelaciones de estrellas empleadas en la astronomía desde hace siglos.

Por su ambición, destaca también la trilogía de vídeos Discursos en la cual Khalili explora cuestiones como el lenguaje, la realidad de la clase trabajadora y el concepto de ciudadanía. Para ello, entrevista a exiliados residentes en París, inmigrantes en Génova y a empleados de Nueva York -la mayoría, de origen latinoamericano- que ofrecen sus duras condiciones laborales como ejemplo de su exclusión social y política.

Una de las series más hermosas, aunque trasciende el ámbito mediterráneo que comparte la mayoría de los proyectos seleccionados, está dedicada a los balseros. Es un conjunto de fotografías tomadas en Florida en 2012 que Khalili tituló Pies mojados y donde registra las huellas dejadas por los inmigrantes procedentes de Latinoamérica y el Caribe en los objetos que, como barcas y contenedores, usaron para abandonar sus países natales en dirección a los Estados Unidos. Son imágenes de gran carga poética y metafórica, al igual que el vídeo El marinero, rodado en 2012 en el puerto de Hamburgo y que nos muestra las inmensas grúas que transportan los contenedores mientras un joven marinero filipino relata, fuera de plano, la soledad que sufre durante los meses que pasa a bordo de los cargueros.

Cierra la muestra el proyecto que presentó hasta septiembre en Kassel (y antes, en la extensión en Atenas de la Documenta 14). Se trata del vídeo de una hora de duración La sociedad de la tempestad (2017), en el que tres jóvenes griegos de distintos orígenes forman en Atenas un grupo dedicado a examinar el estado actual de Europa y el Mediterráneo. Inevitablemente, el drama de los refugiados sirios cobra presencia en el escenario del teatro utilizado como espacio cívico donde se grabó la obra.

Bouchra Khalili residió en los últimos años entre París, Berlín y Oslo pero actualmente se encuentra disfrutando de una beca de residencia artística en la Universidad de Harvard (EEUU). Entre las galerías que representan su obra destacan Polaris en París, Lisson en Londres y ADN en Barcelona.