"La Filosofía facilita al hombre saber quién es y dónde vive"

"Hay quien se sobresalta cuando escucha la palabra Filosofía. Sin embargo, los temas filosóficos interesan: nos gusta hablar sobre conceptos como verdad, justicia, muerte, libertad, naturaleza...", y precisamente, un público interesado en este tipo de temas son los adolescentes, según Fernando Savater (San Sebastián, 1947), que ayer presentó en Sevilla Historia de la Filosofía. Sin temor ni temblor (Espasa).

El libro -cuyo titulo, aclaró el autor, "es una guiño a la obra Temor y temblor" del filósofo Kierkegaard- trata de "acercar la materia a los estudiantes", en la que es la cuarta entrega del autor con este mismo fin, tras Ética para Amador y Política para Amador y Las preguntas de la vida. Su propósito, insiste, es meramente divulgativo "porque eso de enseñar a pensar es una tontería; todo el mundo piensa, bien o mal", dijo.

Con una narración amena en la que no falta el humor y las anécdotas y apoyado en las ilustraciones de Juan Carlos Savater (hermano del autor) y en dos niños de 12 años que, dice, "son como el recreo después de cada lección", el donostiarra recorre la historia de la Filosofía desde sus comienzos con los griegos y la democracia - "que es a la Política, lo que la Filosofía al ámbito intelectual"- hasta mediados del siglo XX, con la figura de la pensadora malagueña María Zambrano como broche.

Su propósito con esta obra es poner de manifiesto que "la Filosofía es un método que viene ya desde hace muchos siglos, tratando las cuestiones fundamentales de la existencia, a través del diálogo y puesta en común de los hombres". Una evolución del pensamiento que, aclara, "no ha sido tranquila ni reposada", caso de la filósofa Hipatia, que puso como ejemplo el autor.

Ante el panorama actual de crisis dominado por la incertidumbre social y económica, Savater precisó que "la Filosofía no resulve problemas, sino que facilita que el ser humano sea consciente de lo que es y donde vive". Además, añadió que es "un intento de vivir a propósito y no por pura rutina, es decir, hacer lo que haya que hacer tras una deliberación". Una razón de peso por la que el autor considera que "hoy la Filosofía debe estar bastante más representada" en el sistema educativo español.