El Festival de Mérida hace una "apuesta firme" por las historias de grandes mujeres
Artes Escénicas
La cita arranca este viernes con una versión "rompedora" de 'Julio César'.
Tras la pandemia, el festival ofrece las "experiencias exclusivas" que demanda el público.
A punto de comenzar la 68 edición del Festival de Teatro Clásico de Mérida, que arranca este viernes, su director, Jesús Cimarro, señala que el hecho de que esta edición tenga un carácter eminentemente femenino no es casualidad, es una "apuesta firme" por contar historias de grandes mujeres.
Cimarro advierte de que, en los últimos años, debido a la pandemia, la vida se ha contemplado a través de una pantalla y ahora "el público quiere tener experiencias exclusivas" como las que da el teatro, "como las que da Mérida",comenta en una entrevista en la azotea de su buque insignia, el Teatro de La Latina, uno de los que gestiona en Madrid.
El teatro es una "realidad de verdad, que se puede apreciar con la vista, con los ojos, que te emociona, que te hace sonreír, pensar y sobre todo que te hace sentir con el corazón y la cabeza".
Cimarro (Ermua-Vizcaya, 1965) lleva once años al frente de festival siempre atento a ofrecer una programación que atraiga a espectadores diversos, para ello ha entrelazado un equilibrio entre comedia, tragedia y danza en espacios diversos, en los que hay cabida también para espectáculos de pequeño y mediano formato.
Sin mascarillas y con el cien por cien del aforo, tras dos años de restricciones, el teatro romano y distintos enclaves en su en torno acogerán 120 representaciones teatrales y tres espectáculos de danza, además de un amplio programa de actividades paralelas.
Historias de mujeres, escritas por mujeres, dirigidas por mujeres y protagonizadas por mujeres valientes, decididas, poderosas. Teniendo en cuenta que el teatro grecolatino no tiene tantos textos con protagonistas femeninas, "ellos son los héroes", Cimarro ha intentado sacar a las "heroínas de todas sus historias", el resultado son espectáculos como Minerva, Safo o Ariadna. Safo ha reunido a un equipo ecléctico compuesto por la cantante, compositora y actriz Christina Rosenvinge, la directora Marta Pazos y la dramaturga María Folguera.
En danza se siente especialmente orgulloso de que María Pagés, Premio Princesa de Asturias de las Artes 2022, junto a Carmen Linares, lleve a Mérida su espectáculo De Sheherazade, "otro gran título, interpretado por una mujer", un personaje mitológico que nunca se había representado en Mérida.
Como Minerva, que protagoniza Assumpta Serna, que hasta ahora no había pisado la arena del teatro romano, y que culmina con otro de los objetivos de Cimarro, "que al festival vengan actores que nunca habían estado antes", como es el caso de Carlos Sobera que forma parte del elenco de Miles Gloriosus.
Reseña como significativa la obra con la que se abre la temporada, Julio Cesar, que llega de la mano de Complejo Teatral de Buenos Aires (Argentina) en la que los personajes masculinos los interpretan actrices y los femeninos actores, una propuesta que califica de "rompedora", tanto como la versión de Antígona, de la compañía portuguesa Chapitô.
Mientras el cierre del festival recae en manos de La Tumba de Antígona, de María Zambrano, que la autora no pudo ver representado en vida, con la dirección de Cristina D. Silveira.
"Intento cubrir un abanico muy amplio de gustos", señala, aunque prefiere no hablar de público en general sino de personas. "Cada persona es un mundo y los gustos son muy variados", asegura, por eso les escucha al final de cada representación, para ofrecer propuestas con las que puedan identificarse.
A pesar de que la venta anticipada ya no es lo que era, "el público ya no hace planes a muy largo plazo", apunta, hay 34.000 entradas reservadas y espera llegar, antes de que comience el festival, a las 40.000, "una buena cifra para los tiempos que corren".
Su compromiso con el festival también entraña su apoyo a que sea declarado Bien de Interés Cultural, "es lo lógico, es el festival más longevo, el único que mantiene su esencia grecorromana en el sur de Europa", comenta al recordar que el próximo año, en su 69 edición, se celebrará el 90 aniversario de su creación (hubo un periodo de inactividad durante la posguerra).
Cimarro es también presidente de la Federación Estatal de Asociaciones de Empresas Productoras de Teatro y Danza de España y subraya que es difícil decir hacia dónde va el teatro porque "no sabemos hacia dónde va la sociedad, el mundo".
"Veamos qué nos depara la vida, eso sí intentemos que vaya a mejor no a peor, que se termine la guerra -en referencia a la de Ucrania, dice-, que tengamos paz. Sobre todo, que podamos pensar que tenemos un futuro mejor para la gente que vendrá detrás y para los que estamos aquí", concluye.
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