Alba Molina | crítica
No lo es ni pretende serlo
La herida, del sevillano Fernando Franco, fue galardonada como Película del Año (y 30.000 euros) en la XIX edición de los Premios Cinematográficos José María Forqué, imponiéndose así a 15 años y un día (de Gracia Querejeta), El cuerpo (de Oriol Paulo), La gran familia española (de Daniel Sánchez Arévalo), Las brujas de Zugarramurdi (de Álex de la Iglesia) y Una pistola en cada mano (de Cesc Gay). La película dirigida por Franco sumó un segundo galardón gracias a Marian Álvarez, galardonada como Mejor Intérprete Femenina, imponiéndose así a Aura Garrido (por su papel en Stockholm) y Nora Navas (Todos queremos lo mejor para ella).
En el apartado masculino de los Forqué resultó vencedor Eduard Fernández (por su papel en Todas las Mujeres de Mariano Barroso), quien se impuso a Antonio de la Torre (por Caníbal) y Javier Cámara (por Vivir es fácil con los ojos cerrados). Por su parte, el Premio Especial al Mejor Largometraje Documental o de Animación, dotado con 6.000 euros y anunciado durante la gala, sin nominados previos, fue para Justin y La espada del valor. El Premio a la Mejor Película Latinoamericana, que se entregaba por primera vez, fue para la argentina El médico alemán, de Lucía Puenzo.
En esta XIX Edición de los Premios Forqué se premió además por toda su trayectoria en el cine español al productor Agustín Almodóvar (Calzada de Calatrava, 1955), cofundador de la productora El Deseo, que desde La Ley del Deseo (1987) ha sacado adelante todas las películas de su hermano Pedro, encargado de entregarle el galardón: "Recuerdo a mi hermano en 1986 con una cartera enorme, como el doble de las de los ministros. Esa era toda la oficina de producción de La Ley del Deseo. Naturalmente no teníamos dinero para alquilar un despacho y ni dinero para pagarle a los técnicos y a los artistas que habían intervenido en el rodaje. Era una locura rodar aquella película, porque nadie creía en ella, casi nadie nos dio dinero y tuvimos que embargarnos, y así tomamos la mejor decisión de que Agustín se hiciera cargo de la producción de mis películas. Fue la mejor decisión de mi carrera y no tengo palabras para agradecértelo", declaró emocionado el director de Átame y Volver.
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