El consuelo del padre
Femás 2021 | Análisis
Bach es la referencia fundamental de la programación del Femás 2021 que, del 6 de marzo al 4 de abril, mira sobre todo por el tejido nacional
Tras la cancelación de la edición de 2020, y en medio aún de la conmoción de la epidemia, pareciera que el Festival de Música Antigua de Sevilla buscara el consuelo de la gran divinidad de la música, de Bach, ese padre al que uno nunca se cansa de acudir. Entre medias hubo que enterrar la idea de un ciclo dedicado a otro gran patriarca de la música occidental, Josquin Desprez, figura central del Renacimiento, de quien en 2021 se cumplen 500 años de su muerte. Los problemas de movilidad a causa de la pandemia han puesto muy difícil la planificación con conjuntos foráneos (especialmente, los ingleses), y es cierto que quizás no hay tantos grupos nacionales para rendir el tributo que un maestro de la talla de Josquin merece.
En cualquier caso, un programa en torno a la emocionante Missa Pange Lingua cerrará este año la muestra, en un proyecto local que vendrá a dirigir el maestro italiano Marco Mencoboni. Lo local tiene también un peso aún más importante de lo que ya es habitual en un festival que suele apoyar año tras año al tejido productivo propio, pues sólo seis de las veinticinco citas previstas pueden considerarse venidas de fuera de España. Eso sí, algunas son especialmente relevantes, como el concierto inaugural, que acerca por primera vez a Sevilla a uno de los conjuntos punteros de la música antigua europea, el grupo coral Vox Luminis (junto a los solistas de la Barroca de Friburgo en un programa que incluirá uno de los Réquiems de Biber) o la tradicional visita al Maestranza del Sábado de Pasión, que en principio estaba prevista como cierre y que traerá a Fabio Biondi y su Europa Galante con un pastiche de Vivaldi (Argippo) en versión de concierto. Este espectáculo supondrá también el regreso de Vivica Genaux al teatro en el que no hay día que no triunfe (desde el ya lejano Alahor en Granada de 1998, cuando era una principiante, a su vibrante duelo, aún reciente, con Ann Hallenberg).
Como otros años, la música medieval se soporta en intérpretes locales: Artefactum y su homenaje a Alfonso X en el 800 aniversario de su nacimiento y José Luis Pastor y sus cuerdas pulsadas. Más nutrida se muestra este año la música del Renacimiento, aunque se levanta también casi tirando íntegramente de grupos sevillanos, pues al programa con Josquin se suma un interesante acercamiento de Ministriles Hispalensis a la música procesional, que se ha programado (¡este año se puede!) el Jueves Santo, y la mirada que Vandalia estrenó en 2020 en el Festival de Granada sobre la Misa de Bomba de Pedro Bermúdez. El mundo del madrigal italiano estará también representado, aunque a través de una sola voz, la de la soprano francesa de residencia española Perrine Devillers, que estará arropada por el laúd de Ariel Abramovich.
Con el recital de Accademia del Piacere en torno a las Lachrimae de Dowland que podemos considerar de transición, el grueso de la programación es barroco, y en él, la figura central es la del padre, la de Bach, Hasta siete programas le están dedicados casi en exclusiva, incluyendo integrales de sus Suites para violonchelo y de los Conciertos de Brandeburgo (que traerá uno de los conjuntos más bachianos del mundo, Café Zimmermann). Los dos programas más heterodoxos de la muestra tienen que ver con Bach: serán el de Sergey Malov, que tocará su Partita para violín solo nº2 (¡la de la inmortal chacona!) pero luego hará improvisaciones con un violín eléctrico; y el que ofrecerán el armonicista Antonio Serrano, el teclista Daniel Oyarzabal y el contrabajista Pablo Martín-Caminero, que causó auténtica conmoción hace unas semanas en su estreno madrileño.
Bach traerá también el debut en el Festival de la flautista Dorothee Oberlinger y del laudista Edin Karamazov y permitirá que dos grandes clavecinistas españoles (Ignacio Prego y Diego Ares) toquen juntos. También es nuevo en el Festival el conjunto La Guirlande, que llega con un programa de barroco colonial, y repiten algunos valores seguros (Lina Tur Bonet, Javier Núñez, Los Músicos de Su Alteza, La Real Cámara o Enrike Solinís). Este año, la OBS ofrecerá un programa dos días consecutivos con el fagotista Sergio Azzolini como solista y director para sendos recitales en torno a Vivaldi. Y Juan Pérez Floristán hará al menos uno de los tres conciertos que estaban previstos en la edición pasada: tocará en una copia de un piano inglés de hacia 1800 sonatas de Beethoven y la Fantasía del caminante de Schubert, obra que le acompaña desde el principio de su fulgurante carrera.
Siete citas para un paseo por la Historia
Por más que el Barroco sea el período dominante en la música antigua mundial (también en Sevilla), el Femás permite organizarse para dar un paseo por más de cinco siglos de historia. Este que propongo es uno de los recorridos posibles.
Artefactum (Sábado, 13 de marzo): Ego Rex. Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio. [Siglo XIII]
Vandalia (Miércoles, 17 de marzo): Misa de Bomba. Una ensalada de Mateo Flecha que inspiró la Misa de Bermúdez contextualizada con villanescas espirituales de Francisco Guerrero. [Siglo XVI]
Accademia del Piacere (Viernes, 19 de marzo): Ars Melancholiae. Las Lachrimae de Dowland contextualizadas con música inglesa del tiempo. [Principios del siglo XVII]
Vox Luminis & Freiburger BarockConsort (Sábado, 6 de marzo): Stabat Mater. Un concierto sacro de Christoph Bernhard como introducción al Stabat Mater de Steffani y al Réquiem en fa menor de Biber. [Finales del siglo XVII]
Café Zimmermann (Sábado, 20 de marzo): Conciertos de Brandeburgo. La integral. [Primer cuarto del siglo XVIII]
La Guirlande (Jueves, 18 de marzo): Brama sañudo el viento. Obras de Ignacio Jerusalem, Pietro Locatelli y José de Nebra entre otros. [Mediados del siglo XVIII]
Juan Pérez Floristán (Viernes, 2 de abril): Beethoven y Schubert. La Appassionata y la Op.31 nº3 de Beethoven junto a la Fantasía del caminante de Schubert. [Principios del siglo XIX]
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