Marco Socías | Crítica
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Sevilla/Federico García Lorca estuvo en Nueva York entre junio de 1929 y marzo de 1930, acogido a la hospitalidad académica de la Columbia University. De esa estancia surgió uno de sus libros más conmovedores, Poeta en Nueva York, que sería publicado en 1940, cuatro años después de su asesinato, del que este 18 de agosto se cumplen 84 años. En 1986, en el cincuentenario de aquel alevoso crimen junto al barranco de Víznar, cantantes de cuatro continentes grabaron un disco con adaptaciones de algunos de los temas del poemario que quedó como legado de aquel viaje a Nueva York al que siguió una fructífera estancia en Cuba.
El disco se tituló Poetas en Nueva York, llevaba en la portada un dibujo de Eduardo Úrculo en el que se ve a un hombre con el característico sombrero de los cuadros de este artista ante los rascacielos de Nueva York. Quince años después de la grabación de este disco, un atentado yihadista acabó con las Torres Gemelas, faros-insignia de la ciudad más moderna y más endiablada del mundo. Como una sombría premonición, los versos de Poeta en Nueva York se abren con el verso "Asesinado por el cielo…". El disco se editó con un texto de Ian Gibson, que el día que cumplió 40 años, 21 de abril de 1979, al periodista que lo entrevistó y hacía el servicio militar, le estampó una rúbrica en su libro Granada, 1936. El asesinato de García Lorca (Grijalbo), que el autor dublinés afincado en Granada dedica al hispanista británico Gerald Brenan.
El disco Poetas en Nueva York se grabó en estudios de París, Madrid, Roma, Londres, Nueva York, Río de Janeiro, Atenas y Berlín. Cuatro de los artistas que participaron ya fallecieron: Leonard Cohen (1934-2016), Paco de Lucía (1947-2014), George Moustaki (1934-2013) y Patxi Andion (1947-2019).
Este disco, en palabras de Ian Gibson, fue el fruto de una "certera corazonada" de Manolo Díaz, un polifacético cantautor asturiano que antes de embarcarse en la música fue topógrafo en Liberia y asistió a la marcha por los derechos civiles de Martin Luther King. Fue integrante de Los Bravos y fundador del grupo Aguaviva. Ya había tenido contacto con la poesía de Lorca poniéndole música a poemas del autor granadino y también de Alberti, Blas de Otero, León Felipe, Gabriel Celaya o Celso Emilio Ferreiro.
Leonard Cohen cumplía años el mismo día que Luis Cernuda, con cuyos versos, "Furia color de amor, amor color de olvido", abre García Lorca Poeta en Nueva York, el mayor pacto literario entre los gitanos, con el Romancero de 1928, y los negros. El cantautor canadiense, que obtuvo el Premio Príncipe de Asturias, grabó en inglés en los estudios Montmartre de París el tema Pequeño vals vienés.
Norma y paraíso de los negros fue cantado en catalán por Lluís Llach. El cantante italiano Ángelo Branduardi puso voz a los versos de Grito hacia Roma. Víctor Manuel grabó en estudios de Londres Nacimiento de Cristo. El israelí David Broza grabó en estudios de Nueva York, la ciudad-sede de los poemas, el tema Tu infancia en Menton. Con producción de Miguel Ángel Arenas, los hermanos Paco y Pepe de Lucía interpretaron el tema Asesinato.
En vez de Algeciras a Estambul, como el Mediterráneo de Serrat, la segunda cara del disco conmemorativo viajó de la patria de los hijos de Lucía a Río de Janeiro, donde Raimundo Fagner y Chico Buarque cantaron en portugués La Aurora. Regreso al Mediterráneo con las voces griegas de George Moustaki y Mikis Theodorakis (el más longevo a sus 95 años) que interpretaron en griego Son de negros en Cuba. Ciudad sin sueño es cantada por Donovan, escocés de Glasgow, la ciudad donde Cernuda, otro poeta del 27, recreó el paraíso perdido de Ocnos. Pequeño poema infinito lo canta en alemán el tenor berlinés Manfred Maurenbrecher. La Oda a Walt Whitman, uno de los textos más estremecedores, suena en la voz de Patxi Andion. Catorce artistas reunidos en 1986 en el cincuentenario de un vil asesinato, recuerdo del día que apagaron una voz quienes se olvidaron de apagar la luz.
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