El Turina se reafirma como la casa sevillana de la música de cámara
Espacio Turina | Presentación Temporada 2022-23
El Espacio de la calle Laraña presenta un curso 2022-23 con cerca de 140 actividades en las que se presta especial atención a la música antigua y el repertorio camerístico
En la Sala Juan de Mairena ha tenido lugar este mediodía la presentación oficial de la temporada 2022-23 del Espacio Turina en un acto que abrió la violonchelista Mercedes Ruiz tocando un preludio de Bach. En presencia de la Directora General de Cultura del Ayuntamiento, Isabel Ojeda, tomó primero la palabra el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, quien destacó los progresos en la gestión del espacio y la creación de una auténtica comunidad en torno a él, por la vinculación de entidades y músicos sevillanos a su programación, una programación que incluirá en torno a las 140 actividades y que desgranó a continuación con minuciosidad Fernando Rodríguez Campomanes, coordinador general y programador del centro.
Y lo cierto es que aun con presupuesto precario, personal escaso y necesitado de reformas, el Espacio Turina vuelve a reafirmarse como el gran centro de referencia sevillano en lo que hace a la música de formato camerístico. Su liderazgo se asienta en unos principios relativamente simples, que pasan por abrirse a las necesidades de producción de las entidades y grupos locales y por ahondar con programas específicos en dos terrenos estratégicos para la ciudad: el de la música antigua (con la que Sevilla tiene especial vinculación) y el de la música clásica de cámara (por las características de su sala principal y la escasez general de la oferta en otros espacios).
Así, el Espacio Turina, que está acogiendo en las dos últimas semanas de septiembre el ciclo La guitarra desnuda de la Bienal de Flamenco, abrirá oficialmente su temporada el 4 de octubre con el primero de los conciertos del Otoño Barroco, un ciclo que organiza la Asociación de Amigos de la OBS y que este año ofrecerá sólo dos conciertos en el centro, pues se expande por otras sedes de la ciudad. El curso terminará el 2 y 3 de junio con una producción de La Gran Vía de la Compañía Sevillana de Zarzuela. Las deficiencias que el Espacio presenta en materia de climatización (y que el ICAS parece incapaz de resolver) son las que obligan a convertir junio en un mes prácticamente inhábil, un desperdicio.
Entre medias, por el Espacio pasarán algunos de los festivales y ciclos más importantes de cuantos se desarrollan en la ciudad. El más prestigioso de todos es sin duda el Femàs (Festival de Música Antigua de Sevilla), que alcanza en 2023 su cuadragésima edición, y que, siempre como pórtico de la Semana Santa, utilizará el Turina como el principal de sus escenarios. También la ROSS recurre a él para su ciclo de Música de Cámara, normalizado desde hace años en la matinal de los domingos. Otras muchas citas ya habituales del calendario sevillano son acogidas por el centro: XIII Festival de la Guitarra (octubre), XIII Festival Zahir Ensemble de Música Contemporánea (cinco conciertos entre noviembre y mayo), XII Festival Encuentros Sonoros, organizado por el conjunto Taller Sonoro (diez citas también entre noviembre y mayo), pero igualmente lo más granado (siete conciertos entre enero y mayo) de la temporada de la Orquesta Barroca de Sevilla, que sigue llevando la etiqueta de Orquesta Residente del Espacio Turina, la temporada de la Orquesta Bética de Cámara (cuatro conciertos), tres de las citas de la Compañía Sevillana de Zarzuela, cuatro recitales líricos coproducidos con ASAO (Asociación Sevillana de Amigos de la Ópera) y los Talleres musicales para niños que con cadencia mensual organiza la Fundación Barenboim-Said. Más allá del ámbito clásico, el Espacio Turina se ha convertido en el centro más relevante del jazz sevillano, acogiendo este año el 25 Festival de Jazz de la Universidad de Sevilla (26-28 de octubre) y la temporada de Assejazz, que consta de quince citas los jueves entre el 10 de noviembre y el 9 de marzo.
Además de este servicio impagable hacia la producción sevillana, el Espacio Turina ha ido posicionándose en los últimos años con programaciones específicas, propias, que se agrupan en diferentes ciclos: así hay dos ciclos de Música Antigua (octubre-diciembre; enero-mayo), cada cual con un abono diferente, un ciclo de clave en mayo, un ciclo de Música de Cámara, otro de piano, otro vocal con acompañamiento de guitarra y una cita aislada para sumar a la importante oferta de contemporánea: el ciclo DXM (Drama X Música), que este año ofrecerá, en coproducción con entidades vienesas, el estreno de Renacer, una video-ópera de Alberto Carretero, uno de los más importantes compositores sevillanos del momento.
Todo este cúmulo de actividades hará pasar por el Turina a un buen número de solistas y conjuntos de primer nivel mundial. Sin ser exhaustivos (y a la espera de lo que ofrezca el Femàs), cabe citar a cantantes como Nuria Rial, Vivica Genaux, Giulia Semenzato, Xavier Sabata, Eva Zaïcik, Miriam Feuersinger o Juan Sancho, conjuntos barrocos como Europa Galante, Accademia del Piacere, Vandalia, Le Consort, Tiento Nuovo, Gli Incogniti, Vespres d’Arnadí o La Spagna, grupos contemporáneos como Ensemble Phace, Plural Ensemble o Zafraan Ensemble, instrumentistas como Steven Isserlis, Amandine Beyer, Benjamin Alard, Céline Frisch, Hiro Kurosaki, Enrico Onofri, Gustavo Díaz-Jerez, Daniel del Pino, Vince Benedetti o Abdu Salim y dos cuartetos de cuerda que representan lo mejor de sendas generaciones de música de cámara separadas por décadas, el mítico Arditti, nombre crucial de la creación de vanguardia en el último medio siglo, y los jóvenes del Cosmos, un grupo español que acaba de eclosionar a nivel internacional.
Precios para todos los bolsillos (en la mayoría de los casos entre 10 y 20 euros) y con diversas categorías de abonos y descuentos completan una oferta que, como recoge el lema del Espacio este año, resulta tan singular como plural.
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