Escuchar el siglo XX

La música del siglo XX. Una guía completa. Francisco Ramos. Turner, Madrid, 2013. 431 páginas. 25,90 euros

Después de más de tres décadas empeñado en la defensa y divulgación de las tendencias más vanguardistas del arte sonoro, Francisco Ramos publica en Turner una guía de la música del siglo XX que resume admirablemente su tarea de estos años, incluido el libro, base de este, que publicara con la Diputación de Sevilla en los 90. Aquel trabajo formó parte de un proyecto que se orientaba a las recomendaciones discográficas, una preocupación que aquí se resuelve en anexo de forma muy sucinta. Compartiendo estructura básica y estilo, son en cualquier caso otras las diferencias más notables entre ambas obras. Aquella estaba más preocupada por profundizar en los grandes compositores del siglo; esta se congratula en los descubrimientos, esto es, en las propuestas más radicales y audaces. No solo en el capítulo IX (El sonido grabado), que es por completo nuevo y se dedica a la electroacústica, la música concreta, el arte radiofónico y la poesía fonética, sino en todo el texto, Ramos radicaliza su discurso para presentar al lector decenas de nombres que serán desconocidos incluso para los más atentos seguidores de la contemporaneidad.

La inmensa lista de autores tratados (nada menos que 259 en apenas 400 páginas) tiene otro efecto: el de la condensación. Este texto ofrece una cantidad de información, de ideas y de referencias por párrafo que supera con mucho a las historias al uso más densas. El punto de partida es en cualquier caso el de siempre en el ensayista sevillano: el puro sonido, considerado en el acto mismo de la audición. Todo gravita en torno a él. Lejos de la rica contextualización social y política que ofrecía, por ejemplo, Alex Ross en su exitoso El ruido eterno, Ramos transita por la historia del siglo XX atendiendo de forma absolutamente prioritaria a la obra ya creada, y su preocupación descansa en ofrecer al interesado las claves que puedan orientar su escucha.

No significa esto que el autor abandone al lector a su suerte en el vastísimo terreno de la creación musical contemporánea, dejándolo sin puntos de apoyo referenciales: los compositores están agrupados por estéticas antes que por generaciones y las referencias cruzadas entre unos y otros son constantes. Además, Ramos no tiene empacho en ofrecer juicios de valor o en ordenar los legados de los compositores en distintos niveles graduales de escucha, facilitando así el camino de los neófitos. Guía de hallazgos para iniciados o iluminador tratado para quien desee iniciarse, este libro, omnicomprensivo y polémico (ya oigo los clamores por tantos maestros clásicos que se quedaron fuera), solo puede leerse con la lista de reproducción de su servicio personal de descargas musicales en permanente funcionamiento.