Escriba usted bien, tenga 'facebook'
Periodistas y editores reflexionan sobre el cambio de modelo del negocio editorial, cuya clave residirá en la "visibilidad"
Aunque a estas alturas nadie sabe exactamente "por dónde va a venir el guantazo", como tan gráficamente resumió el periodista Manuel Pedraz, sí parece haber algo parecido al consenso en el debate sobre las consecuencias del impacto tecnológico en el sector editorial. Entre ellas, la irrupción de un "nuevo paradigma", unas "reglas distintas" que han reducido, y lo harán todavía mucho más, la trascendencia que para el éxito de un libro tenían antes las redes de distribución. La "devaluación" de la "prescripción tradicional", o lo que es lo mismo, la menguante capacidad de la crítica impresa para calar en los lectores, junto con la aparición de nuevos canales, como esa blogosfera donde "lo que importa no es la información, sino la experiencia que se comparte", todo esto -vino a decir Francisco Javier Jiménez Rubio, coautor del blog paradigma libro.com y editor de Fórcola- ha trasladado el "punto clave" del modelo editorial a la "visibilidad".
Éste fue ayer el tema de la sesión de tarde de la segunda edición de las jornadas Los futuros del libro, que continúan hoy en la Carpa. Por la mañana, en la apertura y con Javier Palacios (Consejería de Cultura) y María Luisa Amores (presidente de la Asociación de Editores Andaluces), entre otros invitados a la mesa de debate, se habló mucho del papel de la Administración, de subvenciones, créditos y otras formas de apoyo institucional, asuntos "del pasado", les reprochó desde el público uno de los asistentes. El debate posterior fue muy distinto. Por ejemplo: "Cuando nos llega un autor, si nos gusta su libro, nosotros lo investigamos. Si tiene facebook, guay; si tiene blog, mejor; y si además da bien en el escenario recitando...". Palabras de Antonio G. Villarán, poeta y cofundador de Cangrejo Pistolero Ediciones, un sello que empezó como "una broma" y que ahora tiene distribución nacional, amén de 25 blogs, más de 120 vídeos en YouTube de su ciclo de recitales en El Perro Andaluz y más de 4.000 amigos en Facebook. Es esta visibilidad la que permite a los autores que publican en su editorial, dijo, protagonizar actos con los que hacen dinero.
Comparado con este éxtasis digital -Villarán afirmó también que para muchos de sus autores el libro es "casi un objeto promocional" que sirve de base para sus "bolos"-, la opción de Barataria es de una sobriedad extrema. Carola Moreno, su editora, explicó que su única estrategia digital se reduce por ahora a pequeñas entrevistas con sus escritores grabadas en vídeo. Pero, al menos según Javier Celaya, especialista en nuevas tecnologías e impulsor del portal Dosdoce.com, el futuro se parece más al ejemplo del Cangrejo. "Los editores se fijarán pronto en si los autores tienen su propia comunidad en internet", vaticinó. Se hablaba de "marketing personal", no de libros en sí, pero la pregunta que nadie respondió ayer es cómo afectará lo primero a lo segundo.
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