Eduardo Trassierra, 'Rara avis' entre el flamenco y el jazz, llega hoy a Cajasol
El joven guitarrista presenta su último disco en los 'Jueves Flamencos' con la colaboración especial de Pastora Galván.
Desde composiciones del repertorio barroco a música sefardí, pasando por el jazz que tanto le apasiona: todo eso, dice Eduardo Trassierra, lo ha acabado filtrando su guitarra pero siempre, aclara, con un "fuerte concepto flamenco", con ritmos, melodías y cadencias de la música que a él, inspirado por su padre, le llevó a coger de pequeño la guitarra. Este apetito insaciable de música, de cualquiera que le estimule, le ha hecho sentir muchas veces un poco raro en una tradición que en pocas ocasiones se interpreta y se concibe desde límites supuestamente infranqueables -hasta aquí, flamenco; más allá, una cosa bastarda-, y por eso mismo su nuevo disco, que presenta esta noche en el Centro Cultural Cajasol, dentro del ciclo Jueves Flamencos, se titula Rara avis.
Planteado y grabado en formato de trío -"desde hace mucho tiempo escucho jazz y en ahí es un formato muy canónico, mientras que en el flamenco los grupos suelen ser más grandes, es más habitual por ejemplo el sexteto, pero yo siempre me he sentido un músico minimalista: quiero hacer música con lo menos posible"-, el álbum, acreditado a Eduardo Trassierra Trío (completado por el percusionista Andrej Vujicic y el bajista eléctrico Pablo Pradas), surgió de manera natural, asomando poco a poco entre los ensayos y los conciertos, tomando forma casi imperceptiblemente, hasta que a Trassierra, nacido en la población sevillana de Villaverde del Río en 1982 y ganador del Giraldillo Joven del Toque en la Bienal de 2002, le apeteció plasmar esa energía en un disco. "Y por eso -explica- no suena como muchos discos de ahora, para mi gusto demasiado producidos, recargados de ornamentos, llenos de arreglos que no se pueden reproducir en un escenario... Es un disco pensado para el directo porque de ahí es de donde viene".
"Es un disco, y un concierto, con formato jazzístico pero planteado desde el flamenco, sólo que me gusta esa libertad que deja el jazz, la improvisación, para que cada músico tenga su hueco", añade Trassierra, que no es ya, lógicamente, el mismo guitarrista que con 18 años dio el gran aldabonazo en la Bienal, imponiéndose, por cierto, a quien él mismo considera uno de los intérpretes más brillantes de su generación, Dani de Morón. "Desde entonces he estudiado mucha música clásica, mucho flamenco, claro, y la técnica no es la misma. Sí creo que tengo un concepto mucho más flamenco de la guitarra, y un sentido bastante lírico, porque me gusta mucho la melodía", dice el músico sevillano, que también ha sido el creador de la música de los últimos espectáculos de Rocío Molina y se ha "enriquecido mucho" tocando con otros artistas como Esperanza Fernández o Dorantes.
Hoy (como siempre en el ciclo, a partir de las 21:00; entradas de 12 a 18 euros ) contará con la colaboración de lujo de la bailaora Pastora Galván. "El niño tocaba muy bien", recuerda la trianera de aquella Bienal de hace 12 años; "aunque a mí me parecía también muy técnico y muy frío... Pero estos días, ensayando, lo he sentido mucho más reforzado en el flamenco, y eso es importante porque él puede y lo tiene todo. Es un bicharraco tocando, vamos", dice Galván, que será una de las invitadas, junto a otro bailaor, El Oruco, y al cantaor José Ángel Carmona, en un recital en el que sonarán alegrías, granaínas (la misma pieza con la que ganó el Giraldillo), tanguillos, un vals flamenco, bulerías, tangos, una versión jonda de la famosa Night in Tunisia de Dizzy Gillespie, soleá por bulería, rondeña, rumba y bulerías.
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