Despertar de los sentidos
REAL ORQUESTA SINFÓNICA DE SEVILLA | CRÍTICA
La ficha
****XXXII Temporada de conciertos. Programa: Concierto para violonchelo y orquesta en Si menor, op. 104, de A. Dvorák; ‘Preludio a la siesta de un fauno’, de C. Debussy; ‘Dafnis y Cloe’ (Suite nº 2), de M Ravel. Violonchelo: Xavier Phillips. Dirección: Marc Soustrot. Lugar: Teatro de la Maestranza. Fecha: Jueves, 27 de enero. Aforo: Dos tercios.
Estaba cantado que la ROSS, con sus dos principales directores franceses, iba a presentar una temporada con nutrida presencia de música del país vecino. Claro que si es interpretada de la manera en que lo han hecho hasta el monmento Plasson y Soustrot, bienvenidos sean los sonidos galos. Que, además, están sirviendo para refinar hasta niveles inusuales el sonido y las prestaciones de una orquesta que está sonando en los últimos meses como nunca lo había hecho hasta el momento.
La noche se abrió con uno de los más bellos y contundentes conciertos para violonchelo y orquesta, compuesto por Dvorák a caballo entre Estados Unidos y Europa en 1896. La obra seduce desde los primeros compases, que Soustrot dirigió acentuando el carácter majestuoso de la melodía y de su progresión dinámica en el primer tema, subrayado por frases de los chelos remarcadas con energía por la batuta hasta dar entrada a un Phillips que realizó una lectura soberbia de la obra. Sonido denso, cuajado de bellos armónicos, con capacidad de expansión en el espacio y con magistrales juegos de colores, acentuados por un fraseo lleno de intensidad a la vez que de poesía en los pasajes más delicados, sabiendo encontrar el matiz justo de acentuacioón en las notas clave de cada frase.
La segunda parte fue un festín de belleza tímbrica y de juegos de colores posibilitados por la dirección transparente y meticulosa de Soustrot, capaz de modular hasta el mínimo detalle las alternancia crescendo-diminuendo en las músicas de Debussy y Ravel, auténtico despertar de los sentidos.
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