Disney se centra en los videojuegos

Disney ha demostrado tener un espíritu encomiable de supervivencia. En los últimos treinta años ha estado dos veces contra las cuerdas empresariales y en ambas ocasiones ha resurgido con fuerza, con el digno espíritu de sus fundadores, los hermanos Walt y Roy Disney. Cuando en los 80 estaba en caída libre llegó Jeffrey Katzenberg y levantó al estudio con La sirenita y demás. Cuando su hija bastarda Pixar estaba comiéndole el terreno, la absorbió. Y como el hambre empresarial es bastante golosa, también controló la Marvel y por último Lucas Films, con lo que todas las franquicias del cine contemporáneo están en su mano.

En este atípico día de estrenos navideños acompaña a Los miserables su última producción, ¡Rompe Ralph!, de animación 3D y donde parece a priori que sigue el transvase de conceptos con Pixar. Si el estudio de la lámpara desde la absorción muestra una preocupante falta de ideas y hace un cine blandengue al estilo de su mentora, para ¡Rompe Ralph! los herederos de Mickey parecen haber aprendido algo de los ingeniosos guiones de Pixar. Así, veremos a Ralph, un personaje que durante 30 años ha hecho de malo en un juego tipo Arcade. Pero está harto de ser siempre el villano y quiere cambiar su papel. Así que aprovecha un nuevo videojuego para colarse en él y ser el héroe, pero esto trastoca todo el mundo en que vive. Sobre todo, cuando accidentalmente libera a un supervillano que amenaza a todos los personajes que viven en los ordenadores.